En septiembre de este año se conoció que un asteroide tan largo como la Gran Pirámide de Giza se acercó a la Tierra, según los cálculos de la NASA. Este fue bautizado como “2008 GO20″, y media unos 200 metros. Sin embargo, la roca no causó grandes conflictos para el planeta.
Por tal motivo, la NASA se encuentra vigilando atentamente este tipo de rocas tanto para aprender más sobre el sistema solar primitivo como para saber más sobre sus órbitas, pues este tipo de asteroides podría suponer un riesgo futuro para la Tierra.
Este lunes se conoció que, una nave espacial de la NASA se estrellará deliberadamente contra un asteroide para desviar su trayectoria. Descrita como una “defensa planetaria”, esta misión debería preparar a la humanidad en caso de una amenaza de impacto.
Aunque parece una hazaña de película, la agencia espacial estadounidense está llevando a cabo un experimento muy real. Aunque por ahora no se conoce ningún asteroide de gran tamaño que esté en curso de colisión, la idea es tener un plan de contingencia en caso tal de que esa posibilidad se presente.
En una conferencia de prensa, Lindley Johnson, del Departamento de Defensa Planetaria de la Nasa, dijo: “No queremos estar en una posición en la que un asteroide se dirija hacia la Tierra; debemos probar esta técnica”.
La misión
A bordo de un cohete SpaceX Falcon 9 el 24 de noviembre a partir de las 1:20 a.m. aproximadamente en Latinoamérica, la misión, bautizada como DART (Double Asteroid Redirection Test), despegará desde California.
Diez meses más tarde, la nave alcanzará su objetivo, que estará a 11 millones de kilómetros de la Tierra. En los hechos, es lo más cerca que llegará al planeta azul.
El principal objetivo de la misión es impactar contra el gran asteroide Didymos, de 780 metros de diámetro, es decir dos veces la altura de la torre Eiffel y tiene en su órbita una luna, llamada Dimorphos, de 160 metros de diámetro y es más alto que la Estatua de la Libertad.
Es en esta luna donde se posará la nave, unas cien veces más pequeña que ella, proyectada a una velocidad de 24 000 km/h. El impacto arrojará toneladas y toneladas de material.
Pero “no va a destruir el asteroide, sólo le dará una pequeña sacudida”, dijo Nancy Chabot, del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, que dirige la misión en colaboración con la NASA.
Como resultado, la órbita del asteroide más pequeño alrededor del más grande se reducirá sólo “alrededor del 1 %”, explicó.
A partir de las observaciones realizadas por telescopios en la Tierra desde hace décadas, se sabe que Dimorphos orbita actualmente alrededor de Didymos en exactamente 11 horas y 55 minutos.
Utilizando los mismos telescopios, este periodo se medirá de nuevo después de la colisión. En ese caso, quizá sean “11 horas y 45 minutos, o algo así”, dijo el investigador. ¿Pero cuánto exactamente? Los científicos no lo saben, y eso es lo que quieren averiguar.
Hay muchos factores que entran en juego, como el ángulo de impacto, el aspecto de la superficie del asteroide, su composición y su masa exacta, todos ellos desconocidos por el momento.
De este modo, “si un día se descubre un asteroide en curso de colisión con la Tierra (...) tendremos una idea de la fuerza que necesitaremos para que ese asteroide no toque la Tierra”, explicó Andy Cheng, de la Universidad Johns Hopkins.
La órbita alrededor del sol de Didymos, el gran asteroide, también cambiará ligeramente, debido a la relación gravitatoria con su luna, dijo Cheng. Pero este cambio será “demasiado pequeño para medirlo”.
*Con información de AFP