El jefe del grupo de mercenarios Wagner, Yevgeni Prigozhin, respondió a las acusaciones de traición del presidente ruso, Vladimir Putin, asegurando que ellos no son traidores, sino “patriotas”, y reiteró su intención de no obedecer las órdenes del presidente ni de otros organismos oficiales.
Entres los mercenarios Wagner se encuentra Dmitri Utkin, quien en un comandante operativo y líder detrás de escena del dicho grupo paramilitar que tiene en jaque al presidente Vladimir Putin.
Se trata de un mercenario, exteniente coronel de las fuerzas especiales ‘Spetsnaz’ de Rusia, quien según Daily Mail recibió varias Órdenes de Coraje por sus acciones en el campo de batalla.
Además de Dmitri Utkin, quien sirvió en el ejército ruso hasta 2013, se resaltan sus tatuajes nazi y su adoración a Hitler
“Utkin es un nacionalista ruso acérrimo que luce tatuajes nazis y, según los informes, está fascinado con el Tercer Reich de Hitler”, destacan en el medio citado anteriormente.
A propósito, Dmitri Utkin tiene en su cuello un tatuaje de rayo de la temida SS, un símbolo nazi.
Vale destacar que Yevgueni Prigozhin, de 62 años, difundió una serie de mensajes el viernes por la noche y el sábado de madrugada, afirmando que él y sus tropas entraron en la ciudad rusa de Rostov, en el sur del país, y que se apoderaron de sus instalaciones militares.
¿Quiénes son los mercenarios del grupo Wagner?
El grupo paramilitar Wagner, privado, ha estado involucrado en conflictos en Oriente Medio y en África, pero siempre ha negado su participación.
El año pasado, Prigozhin admitió que fundó el grupo reclutando soldados en prisiones rusas a cambio de una amnistía.
En el este de Ucrania, sus paramilitares han estado en primera línea.
Encabezaron el asalto a Bajmut, que se prolongó durante meses, y reivindicaron haber tomado esa ciudad para las tropas rusas, aunque la operación le costó muchas bajas al grupo.
¿Qué provocó la rebelión?
Desde hace meses, Prigozhin ha protagonizado una lucha de poder con los mandos militares rusos, a los que acusa de las bajas en sus tropas en el este de Ucrania.
En reiteradas ocasiones ha acusado al ejército ruso de no equipar suficientemente a sus mercenarios o de entorpecer sus avances con trámites burocráticos, además de apuntarse victorias que en realidad, según Prigozhin, se consiguieron gracias a los combatientes de Wagner.
El sábado, Prigozhin acusó al mando militar ruso de ordenar bombardeos contra las bases de su grupo paramilitar y de haber matado a muchos de sus combatientes.
El jefe de Wagner afirmó que había que “ponerle freno” a los responsables militares rusos y prometió “llegar hasta el final”.
Más tarde, afirmó que sus combatientes habían derribado un helicóptero militar ruso y que se había apoderado de varias instalaciones militares en la ciudad meridional de Rostov.
Esta rebelión supone el desafío más grave al que se ha tenido que enfrentar Putin durante su largo mandato, y la crisis de seguridad más importante para Rusia desde que llegó al poder, a finales de 1999.
Podría desviar la atención y los recursos en plena ofensiva en Ucrania, y coincide además con la contraofensiva anunciada por Kiev para recuperar territorios.
El ejército ucraniano indicó que está “observando” la lucha interna entre Prigozhin y Putin.
Moscú, en tanto, advirtió que el ejército ucraniano estaba aprovechando la situación para reunir a sus tropas cerca de Bajmut de cara a una ofensiva.
En el plano internacional, Estados Unidos, Francia y Alemania indicaron que seguían de cerca la evolución de la situación.
¿Qué es el grupo paramilitar Wagner y cómo opera?
Wagner es un ejército privado de mercenarios cuyo jefe es Yevgeny Prigozhin. Paramilitares que ha estado luchando de la mano con ejército regular ruso en Ucrania y, de hecho, se estima que allí hay decenas de miles de tropas.
Sin embargo, en desacuerdo con los líderes militares de Rusia en la guerra en Ucrania, Yevgeny Prigozhin llevó su enemistad a un nuevo nivel este viernes 23 de junio; dijo que habían sido golpeados y prometió venganza. Por lo tanto, los mercenarios se tomaron este sábado el cuartel general del ejército ruso en Rostov (sur).
Mientras que en Rusia los denominan como una “compañía militar privada”, funcionarios estadounidenses y otros llaman al grupo Wagner una fuerza delegada, mientras que otros lo etiquetan como un comando de mercenarios o paramilitares.
Sin embargo, el gobierno de Putin ha negado que los mercenarios de Wagner hagan parte de sus operaciones militares oficiales, algo que ha sido desmentido por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington, que afirma que este grupo paramilitar sí está conectado con el estado ruso.
Este grupo fue fundado en 2014 y es propiedad de Yevgeny Prigozhin, un individuo de 61 años que anteriormente era conocido como el “chef del presidente de Rusia, Vladimir Putin”, para eventos estatales de catering.
En diciembre del año pasado, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, estimó que el grupo Wagner tenía un personal estimado de 50.000 mercenarios en Ucrania, así como cerca de 10.000 contratistas y 40.000 convictos de las prisiones rusas.
El grupo Wagner también ha estado involucrado en otras partes del mundo, incluida África, según ha indicado el gobierno estadounidense.
El Departamento de Defensa de EE. UU. indicó en 2020 que los mercenarios de Wagner hicieron parte en el conflicto civil en Libia, y que Rusia les había enviado equipo militar, incluidos aviones de combate y vehículos blindados, para que Rusia pudiera afianzarse en el país.
A propósito, en enero del presente año, Estados Unidos designó al grupo Wagner como una organización criminal transnacional.
Desde hace meses, Prigozhin ha protagonizado una lucha de poder con los mandos militares rusos, a los que acusa de las bajas en sus tropas en el este de Ucrania.
En reiteradas ocasiones ha acusado al ejército ruso de no equipar suficientemente a sus mercenarios o de entorpecer sus avances con trámites burocráticos, además de apuntarse victorias que en realidad, según Prigozhin, se consiguieron gracias a los combatientes de Wagner.
Jefe paramilitar dice que tomó el cuartel general ruso de Rostov “sin un disparo”
El jefe del grupo paramilitar Wagner, Yevgueni Prigozhin, afirmó este sábado que tomó el cuartel general del ejército ruso en Rostov (sur) sin tener que disparar, y dijo que contaba con el apoyo de la población.
“Entramos en Rostov y, sin un solo disparo, tomamos el edificio del cuartel general”, afirmó Prigozhin en un mensaje en Telegram.
“¿Por qué nos apoya el país? Porque estamos efectuando una marcha por la justicia”, declaró el jefe de Wagner, a quien el presidente ruso, Vladimir Putin, acusó de “traición”.
Prigozhin aseguró que los mercenarios “no tocaron a un solo soldado, no matamos a una sola persona en nuestro camino” y afirmó que sus hombres habían sido atacados con “artillería” y después desde helicópteros”.
Prigozhin dijo que sus combatientes habían retirado las minas de fuera del edificio que ocupó el grupo Wagner en Rostov.
*Con información de AFP