Este sábado, 26 de noviembre, se marcó el comienzo del que muchos esperan sea una serie de conversaciones que, de una vez por todas, terminen por “limar asperezas” y solucionen un conflicto cuyo flagelo ha estado directamente en el pueblo venezolano. La Ciudad de México es nuevamente el escenario de otro intento por llegar a puntos en común entre el oficialismo y la oposición.

El presidente del vecino país, Nicolás Maduro, fue uno de los primeros que (al término del encuentro inicial) celebró la reanudación de negociaciones y aseguró que se abría un “nuevo capítulo” para la nación. En sus palabras, esta nueva etapa permitirá continuar una ruta hacia la paz y el bienestar de los ciudadanos (de los cuales cerca de siete millones han emigrado).

“Saludo a la Mesa de Diálogo de Paz entre el Gobierno Legítimo de Venezuela y la Plataforma Unitaria de una de las oposiciones. El empeño siempre será dialogar con toda la sociedad venezolana y hoy #26Nov, seguimos dando pasos importantes por el bienestar de nuestro país”, dijo el mandatario pocas horas después de una firma entre las partes como preámbulo de “esperanza” para el territorio caribeño.

Maduro, ¿dispuesto a dialogar?

Desde que Noruega (mediador) confirmó esta semana el regreso a la mesa con la Plataforma Unitaria de Venezuela, Maduro dijo estar dispuesto al diálogo y ruta hacia la democracia. Este último punto ha sido uno de los pilares que le han valido cuestionamientos de la comunidad internacional, misma que se mantiene atenta a lo que siga en adelante.

“Los tiempos de odio quedaron atrás, Venezuela hoy tiene una Paz que se luchó y trabajó para el goce y el sano esparcimiento de todas y todos. ¡Disfrutemos en familia esta época navideña!”, dijo el mandatario. Por su parte, la delegación opositora, en cabeza del exalcalde de Caracas, Gerardo Blyde, reiteró los objetivos que su sector espera alcanzar en México.

“Con mucha esperanza y fuerza pasamos ahora a la agenda que corresponde para generar las condiciones que permitan realizar y garantizar elecciones libres a los venezolanos, garantizar las condiciones para que las alternativas de poder se materialicen respetando el voto. También buscaremos, a lo largo de las negociaciones, el respeto a los derechos políticos y los derechos humanos”, apuntó Blyde la jornada anterior.

Desbloqueo de fondos, primer paso

El documento firmado en suelo azteca busca inicialmente liberar unos 3.000 millones de dólares bloqueados por sanciones. Estados Unidos anunció que permitirá que la petrolera Chevron pueda reanudar parcialmente sus actividades extractivas en el vecino país.

Tras suscribirse el convenio, delegados de ambas partes resolvieron “hacer todas las gestiones ante las autoridades e instituciones, nacionales y extranjeras” a fin de recuperar los “fondos legítimos de la República que se encuentren congelados en el sistema financiero internacional” y destinarlos a iniciativas sociales.

Pese a que el texto no detalla el monto exacto a desbloquear el representante del chavismo y también presidente del Parlamento, Jorge Rodríguez, aseguró que “hay más de 20.000 millones de dólares represados (...). Por vía de este acuerdo estamos rescatando más de 3.000″.

Por su parte, según el delegado Blyde, este fondo será administrado por las Naciones Unidas. El portavoz adjunto de la ONU extendió el “compromiso” del secretario general, António Guterres, para apoyar en la implementación del acuerdo. Hasta el momento se desconoce cuándo tendrá lugar la próxima ronda de negociaciones.

Uno de los puntos pendientes en la agenda, y que se espera abordar en los próximos encuentros, son las condiciones para los comicios presidenciales (programados para el año 2024).

*Con información de AFP y Reuters.