A finales de septiembre comenzó la erupción del volcán Cumbre Vieja, ubicado en la isla La Palma, España, que ha cubierto con lava más de 891,9 hectáreas, afectando hasta el momento 2.270 edificaciones e infraestructuras en esa región, según reportes de Copernicus, un programa de monitoreo dependiente de la Unión Europea.

Luego de haberse completado más un mes desde la aparición del fenómeno natural, el pasado 26 de octubre el Instituto Geográfico Nacional de España (IGN) informó sobre nuevos desplazamientos de la lava hacia el oeste y una elevación del suelo superior a los 10 centímetros.

Los turistas miran y toman fotos de un volcán mientras continúa en erupción en la isla canaria de La Palma, España, el martes 26 de octubre de 2021. (AP Photo/Emilio Morenatti) | Foto: Copyright 2021 The Associated Press. All rights reserved

Tras la erupción, el mundo entero ha sido espectador de uno de los desastres naturales más impactantes transmitidos en vivo desde diferentes medios. Algo que ha llamado la atención durante la séptima semana de actividad del volcán es que el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) encontró una serie de “tesoros” en los cristales de lava que se expulsan.

Los expertos de esa entidad informaron a través de su cuenta de Twitter que la lava expulsada contiene elementos valiosos como “clinopiroxeno con agujas de apatita, óxidos de Fe-Ti, inclusiones magmáticas y fluidos”. El clinopiroxeno, por ejemplo, hace parte de un importante grupo de minerales conocido como ‘silicatos’, que se pueden encontrar en algunas rocas.

Los óxidos de Fe-Ti, presentes en las rocas del sureste de España, se producen a partir de la oxidación del mineral de hierro conocido como ‘magnetita’, mientras que las inclusiones magmáticas hace referencia a masas de rocas fundidas en el interior de la Tierra.

En la publicación del instituto se puede observar una imagen microscópica en la que se ven las partículas de los elementos señalados por los expertos en la lava volcánica. Se espera que este tipo de elementos sigan siendo analizados por los expertos durante las próximas semanas o meses.

El pasado 2 de octubre, el Instituto Volcanológico de Canarias también confirmó la apertura de un nuevo foco de emisión en la fractura generada por la erupción del volcán de La Palma.

Involcan registró imágenes de este nuevo foco que han sido captadas por un dron a las 10:30 horas, donde se puede observar cómo ya se están emitiendo elementos líquidos, sólidos (como el magma y los piroclastos) y también gaseosos, como recoge la agencia Europa Press.

Los científicos ya han iniciado los trabajos de monitorización y vigilancia de este nueva boca eruptiva, y continúan los trabajos de vigilancia de la nueva colada y de los dos nuevos centros de emisión surgidos en el día de ayer.

Por su parte, los datos del satélite del programa Copernicus de la Unión Europea, publicado el pasado sábado 24 de octubre, evidenciaron que la lava registró un aumento de 2,9 hectáreas cubiertas y siete edificación más afectadas respecto a la anterior actualización sobre los daños causados por el fenómeno natural.

Por su parte, de las 2.270 infraestructuras dañadas por la lava, 2.143 han sido destruidas y 127 han sufrido daños; mientras que respecto a las carreteras, son 65 los kilómetros de vías destruidas y otros 3,5 kilómetros que podrían tener daños.

La isla de La Palma, en la que vivían 85 mil personas, ha ido evacuando a sus habitantes a medida que estos se ven afectados por el paso de la lava ardiente del volcán. Los expertos han informado que hay tres flujos principales de lava, uno de los más alarmantes sería el que avanza por el norte hacia el océano Atlántico.

Tras la erupción, uno de los efectos que se han presentado son los daños que deja al medioambiente y al ecosistema marino. El 28 de septiembre, el magma tocó por primera vez la playa de Los Guirres en Tazacorte, y el contacto con el agua provocó que la lava se solidificara y se convirtiera como en un pedazo más de la isla.

*Con información de Europa Press.