En medio de la lucha global que se libra desde las autoridades sanitarias para contener la pandemia de covid-19, comenzada hace cerca de tres años, las autoridades y entes de control de países como Perú, han elevado ingentes llamados de atención, pues, mientras los programas de vacunación van retrasados, y existen grupos etarios en los que el proceso no alcanza los niveles requeridos, en las bodegas de las entidades de salud, los lotes de las vacunas amenazan por perderse debido al ‘desuso’, y a los malos programas de distribución de los biológicos.
Precisamente, un reciente informe revelado por la Contraloría General de la República de Perú, retomado por algunos medios locales de ese país, da cuenta de la preocupación de dicho organismo por la suerte que correrán cerca de 11 millones de dosis de la vacuna anticovid que actualmente están guardadas en las bodegas del Ministerio de Salud.
Sobre el lote de ingente tamaño, el informe recogido por el diario La República de Perú, da cuenta de que un importante lote, compuesto por al menos un millón de vacunas correspondientes al laboratorio Pfizer, están próximos a vencerse, debido a evidentes errores en el plan de distribución hacia las zonas de región.
Sin embargo, el lote de las dosis de Pfizer no es el único que se encuentra en riesgo de perderse por el desuso de los cuerpos médicos. Ya desde el pasado 30 de junio, las autoridades habían cifrado en más de 11 millones el número de vacunas que se encuentran almacenadas en el llamado Centro Nacional de Abastecimiento de Recursos Estratégicos en Salud (Cenares) del Ministerio de Salud, explicando que estos tienen una vida útil muy corta.
En el caso de las dosis de la vacuna de Pfizer, próximas a vencerse, estas corresponden a un grupo de vacunas que, según lo dispuesto, estaban destinadas al proceso de inmunización de menores entre los 5 a 11 años; no obstante, el proceso aún está sin comenzar.
El mismo lote de vacunas de Pfizer, también comprende cerca de tres millones de vacunas adicionales, que corresponden al programa previsto de inmunización de poblaciones adultas; no obstante, debido al ritmo de vacunación actual, y al volumen del lote, se descarta que este pueda ser empleado en su totalidad.
Del listado, además hacen parte más de 2,5 millones de vacunas desarrolladas por la farmacéutica Moderna, los cuales se vencen en el mes de noviembre, a lo que se suma otro lote aún mayor; 3,5 millones, que tienen vida útil hasta el cierre del presente año 2022.
En medio de la denuncia, funcionarios de los entes de control para los organismos de Salud, más precisamente de la Contraloría, advirtieron que este panorama es el resultado de cambios en el método de distribución, lo que conllevó a una reducción en el número de vacunas suministradas.
“Las cantidades no se están distribuyendo de acuerdo a la fecha de expiración”, denunciaron voceros de la entidad citados por el diario La República, advirtiendo que se debe poner la lupa en ello para frenar, en cuento sea posible, la pérdida de vacunas.
Tras la denuncia, desde el Ministerio de Salud de Perú, se expidió un comunicado, en el que se niega lo evidenciado por los entes de control, advirtiendo que el plan de vacunación anticovid se ha desarrollado según lo previsto.
No obstante, en el marco de la polémica, también han surgido terceras voces, como por ejemplo la de exfuncionarios del Ministerio de Salud, más precisamente la de la exjefa de Inmunizaciones del Minsa, Gabriela Jiménez, citada por La República, quien advierte que las estrategias actuales no están dando los resultados esperados, y llamando a que haya un replanteamiento de la estrategia actualmente empleada.
En ese mismo sentido, la exfuncionaria expresó la pertinencia de desarrollar programas de incentivos en la vacunación regional, y la implementación de nuevos modelos de inmunización como las caravanas de vacunación.
En ese mismo sentido, sobre etapas como la dosis de refuerzo, también advirtió que hay un retroceso en las metas trazadas, pues, pese a que el objetivo era llegar a un 80%, la meta trazada finalmente es del 70%, a lo que se suma que solo tres provincias la están cumpliendo.
En ese mismo sentido, y dadas las características de las últimas olas de contagio, los esfuerzos deben centrarse en los grupos etarios en mayor riesgo, siendo ahora los niños uno de ellos, en tanto son la población porcentualmente con menor nivel de vacunación.