El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, indicó este jueves que su homólogo ruso, Vladimir Putin, prevé completar el envío de ojivas nucleares a Bielorrusia antes de que finalice el año.
“Los lugares para almacenar el armamento nuclear ya están preparados desde hace un mes y la mayoría de las ojivas ya han sido trasladadas a Bielorrusia. En lo que queda de año terminaremos de trasladarlas todas”, aseveró Lukashenko en un mensaje difundido a través de Telegram.
En marzo, Putin anunció que había acordado con Lukashenko el despliegue de armas nucleares tácticas en el país “sin incurrir en una violación de los compromisos internacionales” adquiridos por las partes.
Tal y como sostiene Putin, no se trata de un traspaso de armas nucleares a Bielorrusia, lo que podría suponer una violación del Tratado de No proliferación Nuclear, sino un cambio de emplazamiento de las mismas.
En este sentido, sostuvo que Estados Unidos lleva años “colocando este tipo de armamento en países de la Otan”, como Alemania, Bélgica, Italia o Turquía. Las primeras armas rusas de este tipo llegaron en junio a Bielorrusia.
Yevgeni Prigozhin, de nuevo en Rusia
El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, afirmó este jueves, 6 de julio, que el líder del Grupo Wagner, Yevgeni Prigozhin, ya no se encuentra en territorio bielorruso y que, de hecho, ha regresado a Rusia, país donde emprendió en junio una revuelta que puso en tela de juicio el liderazgo de Vladimir Putin.
Prigozhin viajó a Bielorrusia como parte de un pacto en el que Lukashenko ejerció de mediador. Las autoridades rusas se comprometieron entonces a no procesar al líder de la red de mercenarios por su rebelión, lo que se tradujo en un aparente exilio del que solo consta una declaración de Lukashenko en la que confirmaba la llegada.
El líder del Grupo Wagner no ha reaparecido en público y se ha limitado a la difusión de grabaciones de voz, evitando las críticas que durante meses venía dirigiendo hacia la cúpula militar rusa, personificadas en el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, y vinculadas al desarrollo de la ofensiva militar en Ucrania.
Ahora, el mandatario bielorruso aseguró que Prigozhin se ha ido a San Petersburgo, matizando eso sí que no sabe dónde está “esta mañana”. “Quizá se fue a Moscú, o a otro lugar, pero no está en Bielorrusia”, manifestó Lukashenko, en un discurso a periodistas recogido por la agencia de noticias oficial BelTA.
Además, indicó que habló con Prigozhin el miércoles, pero “solo” del futuro del Grupo Wagner. Asimismo, evitó valorar cuál puede ser su futuro. No ha querido entrar en especulaciones, aunque ha descartado que Putin pueda ser tan “vengativo” o “maligno” como para promover su muerte de una u otra manera: “Esto no sucederá”.
Lukashenko también descartó que el motín lanzado por Prigozhin, cuyas tropas llegaron a avanzar hacia Moscú, hayan puesto de manifiesto una supuesta “debilidad” de Putin. Al contrario, considera que el mandatario ruso ha salido fortalecido de esta crisis.
Sobre la presencia del Grupo Wagner en Bielorrusia, Lukashenko señaló que no supone “nada extraordinario” y, de hecho, confía en que los mercenarios puedan compartir su “amplia experiencia” de combate con las Fuerzas Armadas locales.
Lukashenko también cargó de nuevo contra los gobiernos occidentales por la influencia que ejercen sobre Ucrania y denunció las tácticas ucranianas, incluida la supuesta utilización de drones. En este sentido, llamó a revertir el discurso actual que pasa por presentarle a él y a Putin como “una especie de bárbaros que roban niños y se los comen”, alegando que si hay menores deportados es con el objetivo de “salvarlos”.
Para Lukashenko, las constantes presiones del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, con vistas a la cumbre de líderes de la Otan demuestran que “se ha dado cuenta de que no ganará la guerra”, que la contraofensiva iniciada a principios de junio “solo provocará la muerte de miles y miles de personas”.
*Con información de Europa Press y la AFP.