El Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil hizo oficial este jueves la candidatura presidencial liderada por el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien contará con el exgobernador de Sao Paulo Geraldo Alckmin como aspirante a vicepresidente en las elecciones de octubre.
El acto de presentación se llevó a cabo en Sao Paulo y no contó ni con la participación de Lula ni con la de Alckmin, quienes se encuentran de precampaña en el estado de Pernambuco (noreste). Este mismo jueves está previsto que participen en varios actos en la capital, Recife.
A pesar de que se ha retrasado más de lo que en un principio estaba previsto, era un secreto a voces que Lula se presentaría como el principal favorito a suceder al presidente, Jair Bolsonaro, del Palacio de Planalto, desde que la Justicia brasileña le restituyó sus derechos políticos tras su encarcelación.
El evento tuvo carácter meramente protocolar, con la presencia tan solo de la directiva del PT, entre ellos su presidenta, la diputada federal Gleisi Hoffmann. La alianza con la que se presenta Lula está compuesta también por el Partido Socialista Brasileño (PSB), el Partido Comunista de Brasil (PCdoB), el Partido Verde (PV), Rede, el Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y Solidariedad.
Esta será la sexta vez que Lula se presenta a unas elecciones. Anteriormente, se impuso en las de 2002 y 2006, mientras que salió derrotado en las de 1989, 1994 y 1998. Ahora, el líder del PT lidera las encuestas de intención de voto y algunas de las más optimistas le sitúan cerca de vencer incluso en la primera vuelta.
Esta propuesta para desbancar a Bolsonaro está formada por dos antiguos rivales políticos, lo que en un principio no fue bien visto en amplias capas del PT. Alckmin, uno de los fundadores del conservador Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), abandonó las siglas en diciembre de 2021 después de tres décadas en una formación que desde los 90 ha sido archienemiga de la de Lula.
La candidatura se hizo oficial un día después de que los afiliados del PT aprobaran con el 94 % de los votos un documento programático en el que se recoge la candidatura Lula-Alckmin en base al momento “decisivo” al que la sociedad brasileña tendrá que hacer frente en las siguientes elecciones, cuenta O Globo.
Se trata de un año “decisivo” no solo “para superar la gravísima crisis social, política y económica en las que Brasil ha sido hundido por la acción de fuerzas contrarias al proyecto de transformación democrática”, sino también para derrotar a Bolsonaro, cuyas “actitudes democráticas” han dejado “cada vez más claro” que más que un adversario electoral, es un “enemigo de la democracia y las libertades.
Estados Unidos contradice a Bolsonaro y dice que elecciones en Brasil son “modelo para el mundo”
La Embajada de Estados Unidos en Brasil aseguró este martes que las elecciones brasileñas “sirven como modelo para el mundo”, un día después de que el presidente Jair Bolsonaro cuestionara sin pruebas la supuesta vulnerabilidad de las urnas electrónicas en reunión con embajadores.
“Las elecciones brasileñas, conducidas y testeadas a lo largo del tiempo por el sistema electoral e instituciones democráticas, sirven como modelo para las naciones del hemisferio y del mundo”, aseguró la Embajada estadounidense en una nota divulgada por su oficina de prensa.
El lunes, el presidente brasileño se reunió en el Palacio de la Alvorada con decenas de embajadores y diplomáticos extranjeros, y, sin presentar evidencias, criticó en un discurso de casi una hora la presunta falta de transparencia de la justicia electoral y la vulnerabilidad de las urnas electrónicas.
El mandatario ultraderechista deslizó que el sistema vigente podría prestarse a un fraude para favorecer a Lula, favorito en las encuestas para los comicios del próximo 2 de octubre.
“Estados Unidos confía en la fuerza de las instituciones democráticas brasileñas. El país tiene un fuerte historial de elecciones libres y justas, con transparencia y altos niveles de participación de los electores”, rezó la nota de la representación de Estados Unidos.
Brasil adoptó el sistema de urnas electrónicas en las elecciones municipales de 1996. Además de ofrecer un resultado más ágil que el voto papel, hasta el momento no se comprobaron problemas de seguridad.
Lo dicho por Bolsonaro provocó el lunes una fuerte reacción del presidente del Tribunal Superior Electoral, Edson Fachin, quien dijo que es hora de “decir basta a la desinformación” y al “populismo autoritario”.
Algunos analistas evalúan que los ataques de Bolsonaro al sistema electoral podrían ser parte de una estrategia para no reconocer una eventual derrota en las urnas.
*Con información de Europa Press y AFP.