El presidente brasileño, Luis Inácio Lula da Silva, le pidió el martes a su depuesto colega hondureño Manuel Zelaya, que no dé pretexto a los golpistas para invadir la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde el líder derrocado buscó refugio. Lula, quien viajó a Nueva York con motivo de la Asamblea General de las Naciones Unidas, agregó que habló con Zelaya por teléfono el martes por la mañana. El presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, le ha pedido al gobierno de Brasil que entregue al líder depuesto para someterlo a la justicia. Zelaya llegó a la embajada brasileña en Tegucigalpa el lunes, luego de ingresar sigilosamente al país. Lula afirmó que al permitir que Zelaya ingresara a su embajada, Brasil sólo hizo lo que cualquier país democrático haría.