Durante excavaciones en un santuario prehispánico del “antiguo Perú” (costa norte del país), arqueólogos hallaron los restos de 76 menores que fueron víctimas de sacrificios, hace unos mil años, en rituales religiosos.
“Hemos hallado 76 tumbas con restos de niños sacrificados en las últimas excavaciones que hemos realizado”, dijo a la AFP Luis Flores, uno de los investigadores en el santuario de Pampa La Cruz.
Se estima que los niños fueron blanco de estas prácticas cuando tenían entre 6 y 15 años. Sus restos se encontraron entre los meses de julio y agosto, en un pequeño terreno ubicado en el municipio de Huanchaco, a 500 kilómetros al norte de Lima (la capital).
Este mismo equipo de arqueólogos había descubierto entre 2016 y 2019 los restos de casi 250 niños sacrificados por el pueblo Chimú (considerado como una de las mayores poblaciones en la “historia de los Andes antiguos”). Esta se desarrolló entre los años 900 y 1450.
“Son seis eventos de sacrificios que suman más de 300 niños en Pampa La Cruz en todos estos años de excavaciones”, explicó Flores.
Niños, blanco de prácticas inimaginables
De acuerdo con este equipo de arqueólogos, a los niños “les sacaban el corazón”, en medio de rituales ofrecidos a los dioses del pueblo Chimú. En la zona había además restos de llamas.
“Los sacrificios pueden ser por eventos de falta de lluvias, sequías, [problemas] políticos o guerras. Hay varias hipótesis que estamos investigando”, comentó el investigador Flores, quien agregó que se había dado “la sorpresa que a medida que veníamos excavando de 10 o 20 centímetros, iban saliendo más y más restos. Nos dimos cuenta de que eran niños”.
En medio de la exploración en esa área, se percataron también que cinco jóvenes estaban enterradas (con sus cabezas juntas) formando un círculo.
“Gracias a Pampa La Cruz sabemos que los sacrificios humanos, sobre todo de niños, fueron una parte estructural dentro de la religión de los chimús para celebrar y glorificar a su Estado”, declaró Gabriel Prieto (director del equipo) a la agencia estatal peruana Andina.
Según Prieto, pese a que se barajan varias hipótesis, una de las que más solidez tiene es que “el sacrificio en ese lugar se hizo para consagrar y abrir los campos de cultivo que los chimús habilitaron alrededor de esa época”.
Además de los arqueólogos peruanos, de estas pesquisas hicieron parte estudiantes y académicos de la Universidad Tulane (ubicada en Luisiana, EE. UU.) y también de la Universidad de Florida.
El grupo no descarta que el número de hallazgos, con estas características, continúe aumentando cuando se reanuden las tareas de excavación el próximo año.
Las primeras indagaciones y descubrimientos llevaron a evaluar las teorías sobre el desarrollo de sacrificios como parte de “rituales arcaicos”.
Esta civilización cruzó fronteras hasta llegar a lo que hoy es Ecuador; sin embargo, su disolución se remonta a 1475, cuando fue conquistada por el imperio inca.
Pero ese no ha sido el único hallazgo, pues este martes (27 de septiembre), arqueólogos en la capital peruana fueron testigos de más encuentros cuando unos trabajadores instalaban tuberías de gas en el norte de la ciudad.
“Encontramos alrededor de 12 entierros prehispánicos de adultos y niños relacionados con la cultura Chancay, de unos 600 años, y otros de la cultura Huaura, con más de 800 años. Estas personas fueron enterradas con ofrendas”, indicó a Reuters la coordinadora de patrimonio cultural de la compañía Calidda, Cecilia Camargo.
Estos (de entre 600 y 800 años) pertenecían a adultos y niños que posiblemente tenían vínculos con las culturas Chancay y Huaura.