El caso de Madeleine McCann, la niña inglesa que desapareció en 2007 mientras pasaba unas vacaciones con su familia en Portugal, ha sido tendencia en los últimos días; después de que Julia Faustyna Wendell, una joven polaca (de 21 años), dijera que creía ser la menor extraviada. Para ello, se ha valido de su cuenta de Instagram, a fin de recopilar fotografías y hacer comparaciones con las cuales ‘llegar a la verdad’, sin embargo, su familia hizo una dura confesión que cambiaría las cosas.
Con el paso de los días sus argumentos han estado perdiendo fuerza, pese a los intentos para que los padres de la pequeña británica accedan a una prueba de ADN que ponga fin a las especulaciones. Sin embargo, hasta ahora no hay certeza de que los británicos Kate y Gerry hayan dado un paso más y sometido a los exámenes que cerrarían, de una vez por todas, el capítulo o agregarían uno nuevo.
Por su parte, en las últimas horas trascendió que la familia de Wendell rechazó someterse a una prueba que validara su consanguinidad con la polaca, según dijo la representante y ‘médium’ de Julia, Fia Johansson. Esta mujer estaría intentando convencer a los papás de la polaca para aceptar practicarse las pruebas y poner fin al misterio.
“Creo que debemos obligar a la madre o a un miembro de la familia de Julia a hacerse la prueba de ADN en lugar de perturbar la paz de Kate y Gerry, lo cual no es necesario. (...) Si un miembro de la familia actual se hiciera una prueba de ADN, podríamos resolver esto. Pero se niegan a hacerlo”, recogió The Sun.
Los argumentos de la familia Wendell
En un comunicado divulgado por Zaginieni, organización que apoya la búsqueda de personas desaparecidas, la familia de Faustyna Wendell quiso poner fin a los rumores y aseguró que la joven estaba mintiendo para ser “famosa”. Además, hubo referencia a una presunta condición mental que la aquejaba.
“Para nosotros como familia es obvio que Julia es nuestra hija, nieta, hermana, sobrina, prima (...). Tenemos recuerdos, tenemos fotos. Julia también tiene estas fotos porque las tomó de la casa familiar con el acta de nacimiento, así como de numerosas altas hospitalarias”, comienza el texto antes de señalar que ha sido una ‘lucha’ para que ella se detenga.
“Siempre tratábamos de ayudarla a recuperarse. Julia es mayor de edad desde hace varios años. Ella se ha mudado de casa. Rechaza el tratamiento, no toma medicamentos con regularidad. Tampoco aprovechó la oportunidad de recibir tratamiento en un muy buen centro de Polonia que accedió a aceptarla”, se lee en el comunicado difundido por esa ONG.
La Policía se mantiene ‘escéptica’
La familia aseguró estar “devastada” por esta situación y mencionó que una posible búsqueda de popularidad podría estar detrás de ese intento por ‘demostrar’ ser Madeleine McCann. Para ello, refieren que desde las declaraciones de la mujer, esta ha conseguido más de un millón de seguidores en Instagram (todo en cuestión de pocos días).
En esa declaración, los allegados de la mujer recalcan que no harán apariciones públicas o difusión de evidencias sino que todo el material probatorio está en manos de la Policía Provincial en Breslavia. En cuanto a las autoridades de Reino Unido, que también siguen el caso, estas mantienen una posición escéptica, aunque más inclinada hacia una eventual ‘mentira’ de Wendell.
Por lo pronto, la representante de la joven afirmó, tras supuestamente haber estado en comunicación directa con los allegados de la mujer, que había hablado “personalmente con la madre de Julia y le dije que la protegeríamos de la forma que necesita, pero aún se niega a hacerse la prueba. Dice que tiene el certificado de nacimiento de Julia, pero nos preocupa que pueda falsificarlo fácilmente”, recopiló The Sun.