Este martes, 12 de marzo, se cumplen seis meses del feminicidio de la joven colombiana Ana María Serrano, la cual fue atacada por Allan Gil Romero, su expareja, en México, y quien terminó por quitarle la vida en la casa en la que vivía en ese país.
La madre de la estudiante, Ximana Céspedes, aprovechó su cuenta en X, antes Twitter, para recordar a su hija y para expresar la tristeza que, pese al paso del tiempo, aún la embarga.
En la publicación, la mujer, además de manifestar describir con detalles cómo ha sido su vida durante este tiempo, aprovechó para pedir justicia en el caso de su hija y para que estos lamentables hechos sirvan de ejemplo para salvar la vida de otras mujeres que son víctimas de acosos y maltrato por parte de sus parejas.
“Hace 6 meses, 12 de septiembre de 2023, murió mi hija Ana María, víctima de feminicidio. Y aunque muchos dicen que el tiempo cura todo, es muy difícil aplacar el terrible sentimiento de dolor e impotencia que genera una muerte así”, fue la primera parte del mensaje publicado por Céspedes.
“Cuando te arrebatan un hijo se pierde la ilusión y aunque trates de construir cosas a partir de la pérdida, sientes como si todo lo que hicieras no fuera suficiente. Mi mayor anhelo es que la muerte de Ana María no pase en vano y que podamos, a través de su memoria, salvar la vida de muchas mujeres. #JusticiaParaAnaMaria”, concluyó el escrito de la mujer.
El asesino trató de que todo pareciera un suicidio
Según la Fiscalía de México, Allan Gil habría aprovechado la ausencia de los padres de Ana María para ingresar a su casa y matarla. La autopsia arrojó que la joven falleció por asfixia mecánica.
“Dentro de los actos de investigación realizados se encuentra el dictamen de necropsia, mismo que estableció que la víctima falleció por asfixia mecánica debido a la compresión extrínseca del cuello en su variedad de ahorcadura, toda vez que de acuerdo a las pericias realizadas en el cuello de la víctima se observó un surco cutáneo producto de la acción propia de un agente constrictor de consistencia dura y áspera”, dijo la Fiscalía en un comunicado.
Luego de asesinarla, Allan pretendía hacer pasar el crimen como un suicidio. Ximena Céspedes, madre de Ana María, habló en ese entonces con SEMANA y aseguró que para ese 12 de septiembre intentó comunicarse con su hija, pero recibió un chat bastante extraño, pues utilizó términos que normalmente no usa en estas conversaciones digitales, lo cual levantó serias sospechas.
Ximena: ¿Ana estás?
Ana María: Hola ma, ¿sí, andaba jugando con el perro, me das tantito?
Ximena: Ah, bueno.
Ana María: Voy ma, la razón por la que no te contesté
Ximena: Márcame porfa.
Ana María: Es porque ya no me gusta estar sola, ya no puedo vivir así, ya no quiero, adiós ma, despídete de mi papá por mí, los quiero.
Luego de ese último mensaje de Ana María, su madre supo que algo andaba mal. Sin embargo, era poco lo que podía hacer, pues estaba en un viaje en el exterior.
La Policía judicial y los peritos en criminalística llegaron a la casa de Ana María y encontraron su celular al lado de su cuerpo. Pero había detalles que no cuadraban y apuntaban a que había sido un asesinato.
“Los padres de la víctima aportaron la conversación sostenida con su hija vía WhatsApp, realizada alrededor de las I8:30 horas del día de los hechos, donde identificaron un lenguaje distinto al que utilizaba de forma habitual, también aportaron capturas de pantalla enviadas por un amigo de ella donde refirió una conducta intimidante y agresiva de Allan”, puntualizó la Fiscalía.
Finalmente, tras revisar las cámaras de seguridad del sector, se dieron cuenta de que Allan había estado rondando y tras tres intentos logró ingresar a la casa en la que Ana María estaba sola.