Desde hace varios meses, algunos de los principales gobiernos de Europa lanzaron una alerta temprana, según estos por lo que podría ser un gran apagón mundial derivado de una falla en el servicio de energía eléctrica en el planeta.

“La cuestión no es si habrá un gran apagón, sino cuándo”, dijo en tono alarmante la ministra de Defensa de Austria, Klaudia Tanner, a principios del pasado noviembre. De acuerdo con la política, el apagón es “un peligro real”, aunque por el momento es bastante “subestimado”.

En caso de que se presente una emergencia eléctrica de dicho calibre, lo cierto es que la vida tal y como se conoce hoy en día sufriría un escenario de caos muy pocas veces visto en la historia de la humanidad. En una realidad en la que la electricidad controla 90 % de las vidas de las personas, estas se verían seriamente afectadas si este recurso falla de un momento a otro.

Esta escena representaría ver semáforos apagados, cajeros electrónicos fuera de funcionamiento, casas en completa oscuridad y, lo más terrorífico, la caída total del internet. Sin la web, la vida contemporánea simplemente no existe.

Ante esta amenaza, el teniente coronel austriaco Pierre Kugelweis aseguró que “un apagón es una amenaza con un gran impacto en la sociedad y es importante que todos los servicios de emergencia, como la policía, las ambulancias o los bomberos, sigan funcionando. En caso de un apagón, la tarea principal de las fuerzas armadas es abastecer y apoyar a otras organizaciones de emergencia”.

Sin embargo, Austria no es el único territorio que se está preparando para esta “inminente” emergencia mundial. En el caso de España, la Comunidad de Madrid es una de las regiones que ya ha anunciado un protocolo perfectamente establecido para que las personas, desde ya, aprendan a depender lo menos posible de la electricidad y disminuir al máximo los riesgos derivados del apagón.

“No queremos alarmar a la población, sino únicamente tener establecidas las bases y los protocolos de actuación para el supuesto de que se dieran este tipo emergencias para las cuales debemos estar preparados”, indicó el consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, Enrique López.

Asimismo, indicó que aunque muchos crean que se está acelerando ante una posible situación cuyas hipótesis no han sido validadas, lo cierto es que “no es una idea descabellada”, por lo que prefieren cerciorarse de estar listos antes que padecer un desastre energético mayor.

Por esto, el Gobierno de Madrid aseguró que el protocolo a seguir será muy similar al que se establece cuando se presentan “nevadas, hielos y olas de frío”.

El Ejecutivo, liderado por Isabel Díaz Ayuso, ha instado a las edificaciones como hospitales, comisarías y demás establecimientos de uso primordial y esencial a que se hagan con “sistemas energéticos alternativos o complementarios” para no perder en ningún momento de la crisis, que podría durar semanas, el acceso a la energía y poder funcionar lo más normal que se pueda.

En cuanto al papel de la ciudadanía en esta posible situación, el Gobierno aseguró que será importante que todas las personas puedan adquirir herramientas de suministro de energía que reemplacen la electricidad común saliente de un tomacorriente. Así, será esencial que se provean objetos como velas, pilas, baterías y uno que otro receptor analógico de radio con el fin de no perder la comunicación con el mundo exterior.

También es importante que empiecen a recolectar alimentos, los cuales no sea obligatorio refrigerar.

“La posibilidad existe”, recalcó López, no sin antes instar a todos los habitantes de la Comunidad de Madrid a tomar consciencia de la situación y participar activamente de los protocolos de prevención.