A solo 10 días de las elecciones presidenciales en Venezuela, el presidente Nicolás Maduro lanzó una severa advertencia sobre la posibilidad de un “baño de sangre” si los simpatizantes del Gobierno no aseguran la victoria en los comicios del 28 de julio, generando una gran polémica al respecto por lo controversial de estas afirmaciones y el daño que podrían hacerle a la frágil democracia venezolana.
Durante un acto público en una zona popular del oeste de Caracas, Maduro afirmó que “el destino de Venezuela, en el siglo XXI, depende de nuestra victoria el 28 de julio. Si no quieren que Venezuela caiga en un baño de sangre, en una guerra civil fratricida, producto de los fascistas, garanticemos el más grande éxito, la más grande victoria de la historia electoral de nuestro pueblo”, dijo el mandatario venezolano.
El presidente del vecino país subrayó que únicamente un resultado favorable garantizará la “paz” en el país. “Mientras más contundente sea la victoria, más garantías de paz vamos a tener. Mientras más contundente sean los votos, más garantías de futuro le vamos a garantizar a estas niñas, a estos niños”, expresó Maduro en la manifestación pública.
En el mismo discurso, Maduro compartió su visión de la noche del 28 de julio, pronosticando “resultados irreversibles” a su favor. Este llamado a sus seguidores se produce en un clima de alta tensión política y social, con la oposición acusando al Gobierno de prácticas autoritarias y denunciando irregularidades en el proceso electoral, sabiendo que el régimen venezolano ha arrestado a más de 100 opositores.
Evento repetido
Esta no es la primera vez en los últimos tiempos que Maduro se refiere negativamente a las elecciones, ya que hace semanas insinuó la posibilidad de una insurrección de las Fuerzas Armadas, consideradas su principal sostén y a las que llamó “profundamente chavistas”, ante un eventual triunfo de la oposición en las presidenciales del 28 de julio.
Al barajar posibles escenarios en las elecciones en las que buscará un tercer mandato consecutivo que lo proyectaría 18 años en el poder, Maduro asomó la posibilidad de un alzamiento militar en caso de ganar la oposición, al tiempo que denunció un supuesto plan para “borrar” al chavismo.
“Yo pregunto, sencillamente para analizar escenarios, ¿qué pasaría en Venezuela si la oligarquía de los apellidos de Caracas llegara al poder político por un accidente? (...) ¿Qué pasaría con todo el poder social, cultural, político, espiritual, moral y militar que tiene la revolución? ¿Qué pasaría? ¿Podrían venir nuevos 27 de febrero? ¿Podrían venir nuevos 4 de febrero? ¿Podría venir un gran 13 de abril otra vez?”, dijo el mandatario durante un acto de campaña en el estado agrícola Portuguesa (centro).
Maduro hizo alusión al 27 de febrero de 1989, conocido como El Caracazo, un estallido social que su antecesor, Hugo Chávez (1999-2013), usó como argumento para la fallida insurrección que encabezó el 4 de febrero de 1992 y que marcaría el ascenso de su popularidad hasta llegar a la Presidencia en 1999.
También se refirió al 13 de abril de 2002, cuando Chávez retornó a sus funciones presidenciales luego de ser despojado del poder brevemente tras un golpe encabezado por militares que lo adversaban.
“El chavismo somos una realidad social, cultural, política y somos un poder militar, que nadie se equivoque. Nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana, con sus 4 componentes y la Milicia Nacional Bolivariana, es el poder militar de la nación y es cada vez más profundamente chavista”, zanjó Maduro en una actividad con campesinos de todo el país.
*Con información de la AFP.