El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció este domingo 21 de marzo que el país entrará en lo que ha denominado una “cuarentena radical” por cuenta del aumento de los contagios de coronavirus en el marco de la segunda ola que atraviesan desde que se inició la pandemia.
La medida se confirma apenas algunos días después de que el propio presidente confirmara la presencia de la variante brasileña del coronavirus, lo que encendió las alarmas de las autoridades sanitarias en el vecino país, pues gran parte del impacto que tendrá la segunda ola de contagios estará relacionado con la presencia de esta variante.
“Anuncio que la Semana Santa este año será nuevamente en cuarentena radical”, señaló el mandatario venezolano durante una alocución transmitida por la televisión estatal, en la que resaltó que el objetivo de la medida es prevenir la expansión de los contagios durante catorce días continuos a partir de este lunes 22 de marzo.
Las autoridades venezolanas han denominado el esquema de confinamiento “7 por 7″, pues consiste en siete días de flexibilización del confinamiento seguidos por siete días de “cuarentena radical”. No obstante, Nicolás Maduro reconoció estar preocupado por la presencia de la variante brasileña y pidió a la ciudadanía reforzar las medidas de bioseguridad.
“Vamos a catorce días, dos semanas de cuarentena radical (…) con máxima vigilancia del Estado y de las instituciones. Lo hacemos por la salud de la familia, por la salud de nuestro pueblo”, agregó el presidente de Venezuela.
El primer caso de una persona contagiada con la variante brasileña del virus se reportó en un trabajador del aeropuerto de Maiquetía, que sirve a Caracas, donde luego se confirmó otro caso adicional de la misma cepa. Otros dos casos se reportaron posteriormente en el vecino estado de Miranda y seis más en el estado minero Bolívar, fronterizo con Brasil.
“Ya nos estamos comunicando con la Organización Mundial de la Salud, con la Organización Panamericana de la Salud, y yo quería alertar a todos nuestros compatriotas (...), tenemos que cortar las cadenas de transmisión de esta variante”, agregó Maduro hace algunos días cuando se refirió a la presencia de esta cepa en territorio venezolano.
Aunque el mandatario resaltó que la variante brasileña es un “factor fundamental” en el incremento de los casos confirmados, también insistió en que otro de los factores clave que han facilitado la expansión de los contagios tiene que ver con el “relajamiento de las medidas de prevención” durante encuentros familiares o fiestas.
En ese sentido, Maduro recomendó minimizar la movilidad innecesaria de la población, evitar concentraciones de personas en espacios públicos, evitar llevar a cabo actividades bancarias o actividades comerciales que no sean esenciales.
Entre tanto, el pasado sábado el gobierno venezolano confirmó 150.306 contagios y 1.483 muertes en el país, aunque las cifras han sido cuestionadas por la oposición y organizaciones no gubernamentales que denuncian un elevado subregistro.
El país empezó en febrero su campaña de vacunación con la llegada de la vacuna rusa Sputnik V, mientras que en marzo comenzó a aplicar también la inyección de la farmacéutica china Sinopharm.
Maduro informó además, que durante la primera semana de abril llegarán al país 60.000 vacunas desarrolladas en Cuba para ensayos clínicos, 30.000 dosis de Soberana 2 y 30.000 de Abdala. Con la llegada de esos cargamentos, el vecino país espera acelerar su plan de vacunación contra el coronavirus, pues la meta que se ha fijado es que al final del presente año esté vacunado el 70 % de la población.
“Hemos comenzado de manera modesta con la vacunación. Tenemos que avanzar”, reconoció Nicolás Maduro a inicios de marzo.
*Con información de AFP