El dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, sigue en su campaña contra las redes sociales después de ser un usuario más que asiduo. Todo después de las masivas protestas digitales contra su reelección, que califica de golpe “ciberfascista”, lo que lo llevó a arremeter contra distintas plataformas de comunicación como Facebook, Instagram, Tik Tok, X, y la que más se llevó los golpes de parte del mandatario, WhatsApp, la cual había pedido su desinstalación masiva en todo el país.
Las manifestaciones, muchas en barrios populares que dominaba electoralmente el chavismo, fueron transmitidas masivamente por redes sociales, mientras la mayoría de los medios tradicionales guardaba silencio en un ambiente de “censura” y “autocensura”, según denuncia la prensa. Según Maduro, con esto hubo una promoción de “odio”, “fascismo”, “división” y “amenazas”.
“Utilizaron el proceso electoral para instalar el odio a través de TikTok e Instagram. Acuso a TikTok y acuso a Instagram de su responsabilidad en la instalación del odio para dividir a los venezolanos”, dijo Maduro, que pidió a su Consejo de Seguridad “recomendaciones” para regular las redes sociales y evitar un “golpe de Estado ciberfacista criminal”.
Son “multiplicadores conscientes del odio y el fascismo”, señaló Maduro, que acusa igualmente al magnate Elon Musk de orquestar los “ataques contra Venezuela” y estar detrás de un “jaqueo masivo” contra el sistema del Consejo Nacional Electoral (CNE), que hasta ahora no ha presentado un escrutinio detallado.
La pelea con WhatsApp
“Yo voy a romper relaciones con WhatsApp”, lanzó Maduro en un mitin en el palacio presidencial de Miraflores, el lunes. “A WhatsApp la están utilizando para amenazar a Venezuela y entonces yo voy a eliminar mi WhatsApp de mi teléfono para siempre”. Maduro invitó al retiro “voluntario, progresivo y radical” de la aplicación, propiedad de la compañía estadounidense Meta junto a Facebook o Instagram.
Si bien se había especulado sobre una desinstalación masiva de la aplicación en Venezuela de manera forzada, el míercoles, el dictador del vecino país se echó para atrás con dicha idea. “Conatel me mandó un documento legal, donde me proponía como jefe de Estado, que yo apretara un botón y desintalara WhatsApp como lo han hecho otros países del mundo”, aseguró Maduro en discurso en cadena nacional.
“Yo dije no. Esto es como la pandemia, en la pandemia a nadie se le obligó a cuidarse, yo dije ‘todo el mundo a cuidarse, cuarentena voluntaria’, en otros países fue obligatoria y cada quien guardaba la cuarentena si quería, yo creo la consiencia y en la voluntad de la gente, la gente se cuidó, nosotros nos cuidamos (...) Yo quiero aplicar con estas redes sociales este mismo modelo”, dijo Nicolás Maduro en una declación.
En las redes sociales se había generado un gran revuelo sobre si el dictador venezolano iba a cerrar la aplicación de mensajería más popular del mundo, a lo cual terminó oponiendose a pesar de que él mismo había quitado la aplicación de su celular personal, diciendo que su idea es abogar por “la consiencia y la voluntad de los que de verdad quieran liberarse de esa basura y ese veneno. Yo me libere”, cerró Maduro en su intervención a los venezolanos.
Esto recordando que el gobernante izquierdista fue proclamado vencedor de las elecciones del 28 de julio con 52% de los votos por el Consejo Nacional Electoral (CNE), esto por encima del opositor Edmundo González Urrutia, quien reivindica su triunfo, denuncia un fraude y sostiene tener las pruebas que lo confirman. Anunciado el resultado, estallaron protestas en todo el país que dejan al menos 24 muertos, según organizaciones de derechos humanos, y unos 2.000 detenidos, de acuerdo con el mismo Maduro.