A pocas horas de dejar su cargo como presidente de Brasil para dar paso a la administración de Luiz Inácio Lula da Silva, se conoció que el saliente mandatario, Jair Bolsonaro, levantó la prohibición que regía en contra de su homólogo venezolano, Nicolás Maduro Moros, por la cual este tenía prohibido pisar tierra brasileña.
Así, con esta noticia, se pudo confirmar que el dictador venezolano estará facultado para asistir a la toma de posesión del nuevo presidente, la cual se llevará a cabo el próximo 1 de enero.
La decisión del gobierno Bolsonaro fue dada a conocer a través de la publicación de una ordenanza en la que se hacía explícito el levantamiento o revocatoria de la prohibición, situación que medios locales han atribuido a una insistente solicitud por parte del gabinete que tomará posesión el domingo.
Pese a que está facultado para asistir a la toma de posesión de Lula, aún no se ha conocido un pronunciamiento oficial por parte del Palacio de Miraflores que dé luces sobre la eventual participación de Maduro en el espacio, en un escenario que, de acuerdo con lo recogido por medios locales, estará marcado por un amplio dispositivo de seguridad, en momentos en los que Brasil aún vive una marcada polarización política.
En virtud de lo anterior, hasta el momento, la participación de Venezuela en la toma de posesión de Lula estaría a cargo de una delegación encabezada por su vicepresidenta.
El levantamiento de la medida restrictiva, según precisaron medios locales en Brasil, ha caído en sorpresa incluso para el presidente electo, Luiz Inácio Lula, quien ya se estaba haciendo a la idea de no contar con la visita de Maduro Moros.
Sobre el veto que permanecía en contra de Maduro para evitar que acudiera a Brasil, medios locales han advertido que dicha prohibición data del año 2019, pocos meses después de que Bolsonaro hubiese asumido la presidencia. El entonces decreto que restringía o negaba la presencia de Maduro en Brasil, fue firmado por el entonces ministro de Justicia de Brasil, Sergio Moro, reconocido por su participación en el caso Lava Jato; el mismo por el que Lula estuvo algún tiempo tras las rejas.
El decreto que impedía la posibilidad de que Maduro pisase tierra brasilera, también comprendía restricciones para cerca de una centena de ciudadanos venezolanos, en el marco de las entonces tensiones entre un régimen de izquierda como el venezolano, y un gobierno ultraderechista como el liderado hasta el día de mañana por Bolsonaro.
Pese a la existencia de dicho veto, Lula había incluido a Maduro en el listado de invitados ilustres para su posesión, en el que también se incluyen otros importantes líderes de izquierda latinoamericana como Gabriel Boric (Chile), Gustavo Petro (Colombia), Alberto Fernández (Argentina), Luis Arce (Bolivia), entre otros; todos ellos presidentes de países de la región.
Otro de los hechos confirmados para la posesión del próximo domingo, es que el presidente saliente, Jair Bolsonaro ha decidido no tomar parte de la ceremonia, y antes de que esta comience, se desplazará fuera del país, más precisamente a Estados Unidos.
Dicha ausencia desde ya recibe una ola de críticas en Brasil, y ha evocado lo sucedido en Argentina en 2015, cuando la entonces presidenta; Cristina Fernández, brilló por su ausencia en la ceremonia de traspaso de poder a Mauricio Macri.
Se espera que la salida de Bolsonaro de Brasil se dé incluso desde este 30 de diciembre, cuando está previsto que Bolsonaro abandone la casa de Gobierno en Brasilia con destino a Orlando, Florida.
Así, uno de los aspectos que posiblemente será obviado en la ceremonia de toma de posesión de Lula, estará marcado por el acto tradicional de paso de fajín presidencial.
Al igual que lo sucedido en Colombia con la llegada de Gustavo Petro Urrego, se prevé que con el regreso a la presidencia de Brasil de Luiz Inácio Lula da Silva, la política exterior de ese país respecto de Venezuela cambie, en medio de un contexto que de partida significará el retiro del reconocimiento a Juan Guaidó como ‘presidente interino’, razón por lo que su representación diplomática también pierde vigor.
Así, tal y como ocurrió en Colombia desde el pasado mes de agosto, el gobierno Lula tiene previsto retomar relaciones con el régimen de Nicolás Maduro desde su toma de posesión.
De cara a la posesión del próximo domingo, los encargados del protocolo del acto han confirmado que se contará con 65 delegaciones extranjeras, entre los que se incluye la participación de 19 jefes de Estado.
Además de los ya enunciados, en ese listado también se contempla la participación de los jefes de Estado de Alemania, Angola, Cabo Verde, Ecuador, Guyana, Guinea Bissau, Honduras, Paraguay, Portugal, Timor Oriental, Surinam, Uruguay y Togo.
Si bien Perú aparecería en la lista de Jefes de Estado, en ese país afirman que Dina Boluarte no tomará lugar en la ceremonia.