Los mandatarios de la Unión Europea (UE) iniciaron este viernes en Bruselas unas negociaciones difíciles sobre un multimillonario Fondo de Reconstrucción que tiene como objetivo enfrentar la crisis económica que atraviesan por cuenta de la pandemia del covid-19. El fondo tiene previsto contar con 750.000 millones de euros que la organización tomará prestados a nombre de los 27 países miembros, creando así deuda común, un hito en la historia del proyecto europeo.El plan ha generado sentimientos encontrados dentro de la organización. Para algunos como España e Italia, quienes recibieron el golpe más duro con la pandemia, el plan es suficientemente ambicioso para recuperar la economía de la unión. Por lo cual, han instado a los demás países a llegar a un acuerdo pronto para poner en marcha el plan. Otros miembros de la Unión Europea como Países Bajos, Dinamarca, Suecia y Austria han rechazado algunos de sus puntos, pidiendo que sean reevaluados.
Uno de estos asuntos espinosos es el porcentaje del fondo que se desembolsará como subvenciones. Hasta el momento, se planteaba que este porcentaje representaría medio billón de euros en ayudas. Los contradictores consideran que la suma es excesiva y que es preferible que parte de ese dinero sea entregado en forma de créditos, como pasará con la suma restante. Al respecto, el canciller austríaco, Sebastian Kurz, afirmó: "Queremos un redimensionamiento, sobre todo en lo que respecta a las subvenciones y vamos por buen camino en la discusión". Otro tema de debate son las condiciones que la Unión Europea exigirá a los miembros que tomen las ayudas. El jefe del Consejo Europeo, Charles Michel, plantea que los países beneficiados deberán presentar un plan de recuperación que tenga en cuenta las recomendaciones anuales de la Comisión y la transición ecológica y digital. Además, los 27 estados miembros deberían aprobar por mayoría el desembolso.
Angela Merkel, quien actualmente es la presidenta de la Unión Europea, se mostró escéptica con respecto al fin exitoso de la cumbre. "Tengo que decir que las diferencias son todavía muy, muy grandes (...) Espero negociaciones muy difíciles", dijo a su llegada a la reunión. La cumbre es la primera presencial desde que el nuevo coronavirus golpeara con fuerza a Europa, en donde mató ya a más de 200.000 personas y a nivel económico ha significado una contracción del 8,3% del PIB, según la Comisión Europea. *Con información de AFP