En consecuencia, se ha abierto una investigación penal por el homicidio de dos bomberos que fallecieron combatiendo el fuego. El incendio, que ha sido llamado Station Fire, ha devastado cerca de 150.000 acres en los últimos nueve días, provocando el mayor daño de este tipo en la historia del país. Decenas de casas fueron pasto de las llamas y miles de personas han debido ser evacuadas. Aunque la situación está controlada en un 38%, aún queda mucho por hacer contra el "fuego furioso", dicen los bomberos. "Tras una investigación forense en el sitio donde se originó, expertos en fuegos provocados han concluido que el Station Fire es obra de un pirómano", dijo la comandante del Servicio Forestal estadounidense Rita Wears. "El buró de homicidios del Departamento del Sheriff de Los Angeles ha iniciado una investigación sobre la trágica muerte de dos bomberos del condado como resultado de este incendio", agregó. No se han dado más datos sobre motivos o sospechosos. El periódico LA Times citó al sheriff de Los Angeles Lee Baca, diciendo que publicar esta información podría entorpecer las investigaciones. Un esfuerzo maratónico Los dos bomberos, Ted Hall y Arnie Quinones, fallecieron luego que su carro cisterna cayera por una ladera el fin de semana. El comandante del Servicio Forrestal Mike Dietrich dijo que 4.800 efectivos continúan desplegados para contener las llamas. Dietrich dijo que los "progresos son excelentes", pero que todavía tienen "algún trecho por delante". "Estamos cambiando el ritmo y tratando esto como una maratón. Si fuera una carrera de 42 kilómetros, estaríamos recién en el kilómetro 9", dijo. Calculan que el incendio quedará controlado para mediados de septiembre. Baca dijo al LA Times que "todos deberíamos estar furiosos" por lo que ha ocurrido, agregando que la piromanía es "uno de los crímenes más inaceptables". "Este incendio ha destruido la mitad de uno de los mejores recursos naturales, el Bosque Nacional de Angeles. Ha sacado a miles de sus casas y encima se ha cobrado la vida de dos bomberos", dijo. El gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, recorrió las áreas afectadas el jueves y dijo que la situación es "horrible" para los afectados que han perdido sus casas y pertenencias. "Aunque seguimos luchando contra el incendio, ahora intentamos que estas personas puedan reconstruir sus vidas", aseguró. Según informó el corresponsal de la BBC Peter Bowes, ya han sido acondicionadas escuelas y centros comunitarios para albergar a los evacuados.