Miles de personas se manifestarán este domingo 12 de noviembre contra el antisemitismo en Francia, donde los actos hostiles hacia los judíos se dispararon en el último mes por el conflicto entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás.
“Una Francia donde nuestros conciudadanos judíos tienen miedo no es Francia”, dijo el presidente francés, Emmanuel Macron, en una carta publicada en el diario Le Parisien, antes de la “gran marcha” convocada por los líderes del Parlamento.
Cánticos antisemitas en el metro de París, insultos en la calle y en redes sociales, escupitajos contra judíos, pintadas, Francia, que acoge la mayor comunidad judía de Europa, registró más de 1.000 actos antisemitas desde el 7 de octubre.
Ese día, comandos armados de Hamás mataron a más de 1.200 personas, en su mayoría civiles, según las autoridades israelíes, en el peor ataque en suelo israelí desde la creación de este Estado en 1948.
Israel, que busca “aniquilar” Hamás, respondió con bombardeos en la Franja de Gaza, que mataron a más de 11.000 personas, en su mayoría civiles y entre ellas más de 4.500 niños, según el gobierno del movimiento islamista.
Y a cada recrudecimiento del conflicto en Oriente Medio, Francia, donde viven también millones de musulmanes, se convierte en una caja de resonancia de la tensión.
Para “enviar un mensaje claro de que Francia no acepta el antisemitismo”, la presidenta de la Asamblea Nacional (cámara baja), Yaël Braun-Pivet, y su par del Senado (cámara alta), Gérard Larcher, convocaron la “gran marcha” de este domingo.
“Los judíos necesitan oír un grito de solidaridad y fraternidad sobre la cuestión del antisemitismo”, pidió el sábado el presidente del Consejo Representativo de Instituciones Judías de Francia (Crif), Yonathan Arfi, en la cadena BFMTV.
La comunidad judía en Europa sigue marcada por el Holocausto perpetrado por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. El canciller alemán, Olaf Scholz, prometió el jueves proteger a los judíos y no tolerar “nunca más” el antisemitismo.
Polémica presencia de la ultraderecha
Sin embargo, la marcha organizada por Braun-Pivet y Larcher se anuncia polémica por la presencia del partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN), heredero del Frente Nacional (FN) de Jean-Marie Le Pen, famoso por sus comentarios antisemitas.
La actual líder de RN, su hija Marine Le Pen, defendió su presencia en la marcha, al asegurar que “se separó” del pasado de su padre y reitera que el “apoyo” a los franceses “de confesión judía” no debe dar lugar a “ambigüedades”.
Para la especialista en ultraderecha y antisemitismo Nonna Mayer, Marine Le Pen, que lanzó en 2011 una estrategia para aparecer como menos extremista, rompió con el “antisemitismo” de su padre, pero no así los seguidores de su formación.
“Este partido tiene una vieja tradición de antisemitismo, incluso si su enemigo principal es el inmigrante, el extranjero, el musulmán”, aseguró al diario Le Monde Mayer, para quien Le Pen “instrumentaliza” esta lucha con fines políticos.
Aunque la manifestación, prevista a partir de las 15H00 (14H00 GMT), busca mostrar “unidad”, el rechazo del oficialismo, así como de ecologistas, comunistas y socialistas, a desfilar junto a la extrema derecha la partió en varios tramos.
Los presidentes del Parlamento bicameral, la primera ministra centrista Élisabeth Borne y expresidentes de Francia abrirán la marcha, que contará con un tramo compuesto por la oposición de izquierda y con otro del partido de Le Pen.
Preguntado el sábado por si asistiría a la marcha, Macron dijo que no y subrayó su papel consistente “en construir la unidad del país”, pero aseguró que estaría de “corazón”.
El partido de izquierda radical La Francia Insumisa (LFI), en el blanco de las críticas por su rechazo a calificar a Hamás de “terrorista” pese a condenar su ataque, tampoco participará en la marcha por la presencia de RN.
*Con información de AFP