No es la primera vez que el nombre de María Corina Machado aparece en los titulares de prensa de Venezuela y del mundo. De ella podrían entregarse muchos calificativos: “burguesita”, “traidora a la patria”, “jefa de la extrema derecha”. Otros la ven como una mujer guerrera capaz de liderar la oposición venezolana para combatir el gobierno de Nicolás Maduro. Hoy esta mujer de 46 años es el centro de atención por sus acciones para denunciar ante el mundo lo que considera una dictadura.   Su activismo y las denuncias contra el gobierno venezolano la tienen en la mira de las autoridades.  La Asamblea Nacional (AN) de Venezuela ratificó esta semana la pérdida de la condición de diputada por supuestamente incumplir con varios artículos de la Constitución por haber aceptado el cargo de representante alterna de Panamá en la OEA. El pasado 21 de marzo Machado no logró hacer oír sus denuncias sobre la situación en Venezuela ante la OEA debido a una serie de recursos de procedimiento que le impidieron hacerlo desde el asiento de Panamá, que la acreditó como representante alterna. "Fui a la OEA como representante del pueblo de Venezuela, tuve la oportunidad de tomar la palabra por un mecanismo interno... Si el precio que yo debo pagar por haber ido a la OEA es este (despido de la Asamblea), los que hoy me persiguen, lo que hoy me hacen, lo hago una y mil veces”, dijo tras su fallido intento. Ante el fracaso de la OEA Machado no desfalleció y viajó a Lima (Perú) para participar en un seminario dirigido por el escritor Mario Vargas Llosa. Allí no se guardó nada y dijo que la solución a una crisis política era "conquistar la democracia y la libertad", a través de los instrumentos ofrecidos por la Constitución y con el respaldo de las protestas cívicas en las calles. Este miércoles regresó a su país. La esperaban cientos de seguidores y arropada por tres legisladores peruanos, ante los que dijo sentirse "más diputada que nunca", después de que el presidente del Parlamento anunciara que ya no era parlamentaria. Sus declaraciones tienen indignados a los integrantes del Gobierno en cabeza de Nicolás Maduro y al presidente de la asamblea nacional Diosdado Cabello. Los dos no se han ahorrado calificativos para descreditarla por su origen y sus posiciones. Y es que Corina Machado se presenta como hija de una familia venezolana “de mucho arraigo”. Es la mayor de cuatro hermanas hija del ingeniero Henrique Machado vinculado a la empresa Sidetur y la psicóloga Corina Parisca. “Su estilo frontal y de denuncia combativa se ha convertido en su sello personal y los venezolanos de todas las tendencias la reconocen como una mujer valiente y de principios inquebrantables”, se le en su perfil publicado en internet. Esta madre de tres hijos, ingeniera industrial egresada de la Universidad Católica Andrés Bello ha repartido su tiempo entre el estudio, la creación de fundaciones para el cuidado de niños y la ahora la actividad política como opositora del gobierno. Su lucha inició en 2002 cuando fue co-fundadora de Sumate, la principal organización no-gubernamental veedora de la transparencia electoral y dedicada a la promoción y defensa de los derechos políticos de los ciudadanos. En el 2004 esa organización convocó a un referendo popular nacional el cual recolectó firmas equivalentes a una cuarta parte del electorado nacional. Por su participación en esta organización, el gobierno de Hugo Chávez le impuso una prohibición de salida del país por tres años y la acusó de conspiración y traición a la patria. En 2009 decidió dejar el activismo y postuló su nombre a la asamblea de Venezuela. Fue electa diputada a la Asamblea Nacional en septiembre 2010 con el mayor número y margen de votos de cualquier representante en esa contienda. Desde allí mantuvo su posición al gobierno de Hugo Chávez y ahora al de Nicolás Maduro. Desde que inició su trabajo legislativo sus críticas no gustaron en un sector del oficialismo venezolano. Durante desórdenes ocurridos en la Asamblea Nacional en abril de 2013, Machado recibió un golpe en la nariz lo que le ocasionó una fractura. Ahora Machado es una de las mujeres destacadas que lidera la oposición en Venezuela. Ella cree que en los 15 años de gobierno de Chávez y Maduro “el régimen” como lo califica, “nunca ha estado tan débil como hoy. Nunca hemos estado tan cerca de conquistar la democracia y la libertad como en estas horas está Venezuela”. Esta mujer forma parte de la organización Vente Venezuela, movimiento político que propone luchar por una sociedad fundada en valores y que incentive el esfuerzo individual y colectivo. En la cual la mayoría de los ciudadanos "no se conviertan en mendigos del Estado”. María Corina Machado regresó a su país no solo para recuperar su curul, también para mantener la oposición y liderar las protestas que han dejado un balance de más de una treintena de muertos, más de 400 heridos y casi dos millares detenidos, la mayoría de ellos ya libres con medidas cautelares. Con agencias.