En la embajada de Argentina en Caracas se vive una de las más flagrantes violaciones al derecho internacional en el mundo. Desde hace nueve meses, un grupo de opositores y líderes venezolanos se encuentran en esa sede diplomática, desprovistos de lo más básico y ante el constante asedio de las fuerzas del régimen de Maduro. María Corina Machado, en su entrevista con el director de SEMANA, Yesid Lancheros, narró detalles de lo que sucede allí e hizo público el dolor que le produce que no exista un rechazo más fuerte a esa deplorable situación.
“Todos los que están allí son personas que no solamente admiro y respeto profundamente, que también quiero muchísimo, pero además que le han dedicado su vida a la lucha por la libertad en Venezuela. Como lo han hecho tan bien, son tan inteligentes, tan honestos, tan competentes, pues ha habido este ensañamiento”, asegura Machado.
Lo que viven ellos “no tiene precedentes en la historia de nuestra región. Este domingo cumplen 9 meses en asilo en esta Embajada. A principios de septiembre empezó un asedio de órganos de seguridad mientras Edmundo González estaba en la Embajada de España con el propósito de aterrar a Edmundo González mientras que ocurría toda esta crisis internacional que se fue desarrollando en la Embajada de Argentina”.
Pero en las últimas semanas, las cosas se volvieron peores y, según ella, “ha ocurrido algo verdaderamente inhumano”.
“Ya ‘asedio’ se queda corto, es realmente un ataque, es un proceso de tortura psicológica contra ciudadanos indefensos que están en territorio argentino. Han tomado a la fuerza al menos cinco viviendas, sacaron a la fuerza a sus propietarios e instalaron allí comandos armados, civiles y militares apuntando con armas de asalto a la Embajada. Les han cortado el agua, les han cortado la luz, impiden y restringen el ingreso de alimentos y medicinas, nadie puede entrar, nadie puede salir. Es decir, es una situación de psicoterror la que quieren aplicar”, narra Machado.
E Insiste: “Esto nunca ha ocurrido antes en nuestra región y esto es algo que amerita una reacción firme en todo el cuerpo diplomático acreditado en Caracas y de todas las cancillerías del mundo. Todas. No solo unas u otras en función de sus intereses ideológicos. La semana pasada vimos una firme posición de muchos países, la mayoría de la Organización de Estados Americanos, sentimos mucho que no estuviera acompañándolo también la voz del Gobierno colombiano porque al final, insisto, se trata de la defensa de los derechos humanos y las instituciones y los convenios internacionales que han suscrito nuestros países”.
Ante la pregunta de Yesid Lancheros, de cómo ve ella el ofrecimiento del Gobierno colombiano de custodiar la Embajada de Argentina en Caracas, María Corina contesta con escepticismo y deja claro que no confía en el papel que pueda cumplir la Casa de Nariño en la transición a la democracia. “La verdad es que yo estoy esperando que aquellos países que tienen misiones diplomáticas en Venezuela se manifiesten físicamente y firmemente en el auxilio de las personas que están asiladas. El asilo diplomático es una institución sagrada en América Latina, no puede ser que se defienda en algunos casos y en otros no”.
También habló sobre la información del canciller colombiano, Luis Gilberto Murillo, según la cual Maduro habría condicionado el salvoconducto para los opositores que están allí en la Embajada de Argentina, en Caracas, a la liberación de un ciudadano venezolano muy cercano al régimen, detenido en Argentina.
“No sé de quién se trata, pero el solo hecho me resulta algo tan escandaloso, porque ustedes están dándose cuenta de que esto es una confesión. Es decir, el régimen está diciendo que se trata de rehenes. Está planteando un intercambio de rehenes. Rehenes de la tiranía. Creo que es una confesión escandalosa y lo que no me explico es cómo esto no ha generado una ola de repudio colectivo en el mundo entero”, dice.
Los asilados en la embajada argentina denuncian desde hace un mes un “asedio” policial contra la sede diplomática. Sostienen que funcionarios armados la rodean, impiden la entrada de alimentos y cortaron el suministro de luz y agua. La embajada se encuentra desde agosto sin personal diplomático, tras la ruptura de relaciones como respuesta a los cuestionamientos del gobierno del presidente argentino Javier Milei a la reelección de Maduro.
La sede estaba siendo custodiada por Brasil por petición de Argentina, pero en septiembre Venezuela revocó el permiso. No obstante, el gobierno del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, antiguo aliado de Maduro, insiste en que mantiene esta tarea. Las tensiones entre Caracas y Buenos Aires escalaron aún más en la última semana, luego de la detención de un gendarme argentino que llegó de visita al país caribeño y de un empleado de la embajada. Por ahora, no se ve solución a esa situación humanitaria.
*Con información de AFP