Las violentas protestas del pasado viernes 19 de noviembre registradas en Rotterdam, Holanda, han dejado al menos siete personas heridas y más de medio centenar de detenidos. Las alteraciones del orden público estuvieron motivadas por el descontento de cientos de personas contra las restricciones impuestas en el marco de la pandemia del coronavirus.
El alcalde de la ciudad, Ahmed Aboutaleb, describió los disturbios como una “orgía de violencia”. Por su parte, la Policía de ese país ha reconocido el uso de disparos de advertencia y confirmado dos heridos por arma de fuego en incidentes en los que están involucrados algunos agentes de las fuerzas del orden público que serán investigados a fondo.
Después de varias horas de disturbios, la situación acabó más o menos controlada durante las primeras horas de la madrugada de este sábado. Los Bomberos informaron que también han tenido que acudir a sofocar varios de los fuegos provocados por los manifestantes, según informa la cadena NOS, como recoge la agencia Europa Press.
El ministro de Justicia de Holanda, Ferd Grapperhaus, ha denunciado numerosos ataques selectivos contra agentes de Policía, bomberos y periodistas durante unas protestas que obligaron al despliegue de emergencia de cientos de agentes.
“Esto no tiene nada que ver con manifestarse, sino con escoria rebelde y seguidores ingenuos y estúpidos”, ha denunciado el Consejero Delegado de la Policía Neerlandesa, Koen Simmers, citado por la agencia Europa Press.
La Policía también ha confirmado la presencia de varios miles de personas en las calles de Ámsterdam durante las últimas horas para protestar contra el posible endurecimiento de las medidas, a pesar de que los propios organizadores de esta marcha habían anunciado su suspensión para no inflamar todavía más la tensión en el país.
Noche de caos en Rotterdam
Las protestas estallaron en rechazo a las restricciones por el coronavirus y los planes del Gobierno de restringir el acceso de personas sin vacunar a algunos sitios, como recoge la agencia AFP.
Según un comunicado de la policía local, la manifestación comenzó en la calle Coolsingel y “acabó en disturbios”. Se declararon incendios en varios lugares y se lanzaron fuegos artificiales y varios disparos de advertencia. Medios holandeses reportaron que cientos de manifestantes, que gritaban “libertad”, lanzaron piedras a los policías y quemaron varias motos eléctricas.
El primer ministro holandés, Mark Rutte, anunció hace una semana la reintroducción de un confinamiento parcial junto con una serie de restricciones sanitarias, sobre todo en el sector de la restauración, para frenar los contagios de covid-19. Los bares y restaurantes deben cerrar a las 8:00 p. m., al menos hasta el 4 de diciembre.
La policía holandesa había utilizado un cañón de agua para dispersar a los manifestantes en La Haya el día en que se anunciaron las medidas. El sábado, la policía también detuvo a 15 personas en una ciudad del norte del país tras producirse enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y cientos de personas indignadas por el cierre anticipado de los bares debido a la pandemia.
Al menos un vehículo policial fue incendiado durante la protesta, indicó a AFP un portavoz policial. Las autoridades locales emitieron una orden de emergencia que prohíbe el acceso a la zona de la protesta para evitar más violencia. “Esta es una situación muy grave que requiere acción de la más alta prioridad”, indicó la orden del municipio de Róterdam. “Es necesario emitir esta orden de emergencia para mantener el orden público y proteger la seguridad de las personas”, agregó.
Holanda reimplantó las restricciones tras un repunte de casos de covid-19 a niveles récord, con más de 21.000 nuevos contagios reportados el pasado viernes.
*Con información de Europa Press y AFP.