Este martes 12 de septiembre se emitió un informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) en el que se informó sobre la difícil situación que han venido sufriendo los migrantes venezolanos en la búsqueda por una vida digna.
Según el informe de la OIM y ACNUR, más de cuatro millones de personas procedentes de Venezuela tienen serios problemas para cubrir sus necesidades básicas una vez salen del país.
El último análisis sobre las necesidades de refugiados y migrantes de 2023 revela que pese a los esfuerzos de los países de acogida para regularizar e integrar a todas estas personas, la crisis mundial y regional afecta especialmente a quienes salen de Venezuela, que también corren el riesgo de ser víctimas de abusos, tráfico de personas, reclutamiento forzado y violencia de género.
Aunque más del 60 % de las personas refugiadas y migrantes de Venezuela tienen documentos, esto no ha sido suficiente para garantizar una vida digna y un acceso adecuado a los derechos básicos. Más medidas de residencia regulares y una mayor inversión en soluciones duraderas en materia de medios de vida y educación —que beneficien también a las comunidades de acogida— son fundamentales para la autosuficiencia y la inclusión.
“Las iniciativas de regularización y documentación implementadas en la región son el camino hacia una vida digna para las familias venezolanas”, dijo el Dr. Eduardo Stein, Representante Especial Conjunto del ACNUR y la OIM para los Refugiados y Migrantes de Venezuela.
“El hecho de que la mitad de las personas venezolanas en la región enfrenten barreras para recibir atención médica y no puedan permitirse tres comidas al día o acceder a una vivienda adecuada, evidencia la urgente necesidad de apoyo internacional”, expuso Stein.
Indicando que, esto era necesario para que los migrantes “para que tengan oportunidades para ser autosuficientes, integrarse efectivamente en sus comunidades de acogida, y contribuir al desarrollo de los países de la región”, afirmó el representante de las organizaciones en medio del informe presentado.
El estudio, realizado por la Plataforma Regional de Coordinación Interagencial para los Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V), evidencia que pese a los “resultado positivos” de estas iniciativas, un tercio de los venezolanos refugiados en América Latina y el Caribe no han podido regularizar aún su situación, lo que impide que puedan acceder a trabajos bien remunerados.
Esta situación ha provocado, por ejemplo, que el 19 % de los menores de edad de estas familias hayan dejado de acudir al colegio por empleos informales y mal remunerados para ayudar a la economía familiar.
“Los países de la región necesitan urgentemente una mayor financiación”, reclama un informe, en el que se alerta de que de los 1.720 millones de dólares solicitados por R4V apenas se ha recibido el 12 % de estos fondos.
Según cifras oficiales y estimaciones de los países de acogida y de la Plataforma R4V, hasta agosto de 2023 había más de 7,7 millones de personas refugiadas y migrantes procedentes de Venezuela en todo el mundo, de las cuales más de 6,5 millones de ellas se encuentran en 17 países de América Latina y el Caribe.
Además, en otro informe de la OIM este martes 12 de septiembre, se informó que la frontera entre Estados Unidos y México fue la “ruta migratoria terrestre más peligrosa del mundo” en 2022, con 686 migrantes muertos o desaparecidos durante ese periodo.
“La cifra representa casi la mitad de las 1.457 muertes y desapariciones de migrantes” documentadas en el continente americano en 2022, “el año más mortífero” del que se tenga registro desde que el Proyecto Migrantes Desaparecidos (MMP) de la OIM comenzó con sus actividades en 2014, según la misma fuente.
*Con información de Europa Press.