La viceministra de Defensa de Ucrania, Hanna Maliar, habló en un medio de comunicación de su país y aseguró que el ejercito ruso ha lanzado miles de misiles a diferentes poblaciones. Se tratarían de más de mil.
“Según nuestros datos, las reservas de Rusia ya se han reducido a más de la mitad desde que las comenzaron a usar en el inicio de la invasión el 24 de febrero. Ya se han utilizado más de 1.000 cohetes. Para ser más precisos, más de 1.300 misiles”, dijo la política ucraniana.
A pesar de esto, añadió que pese a la gran cantidad de misiles que ha lanzado Rusia, todavía ese ejército tiene bastante arsenal para seguir ocasionado daño al territorio ucraniano.
A estos anuncios que llegan desde Ucrania, Rusia aseguró haber destruido con bombardeos una “gran cantidad” de armas que los países occidentales entregaron a Ucrania, y cortó el suministro de gas a Polonia y Bulgaria, una decisión que la Unión Europea tildó de chantaje.
El conflicto, que entró en su tercer mes, se intensifica sobre todo en el este y el sur de Ucrania, donde Rusia centra ahora sus esfuerzos militares. El Ministerio ucraniano de Defensa informó que las tropas rusas habían tomado varias localidades del este, tanto en la región de Járkov como la de Donetsk.
Rusia bombardeó también el sureste, donde una “gran cantidad” de armas suministradas a Ucrania por los países occidentales quedaron destruidas por misiles de alta precisión Kalibr, aseguró el Ministerio de Defensa ruso.
Los ataques apuntaron los hangares de una fábrica de aluminio en Zaporiyia, indicó el ministerio en un comunicado, sin precisar qué tipo de armas se destruyeron. Estos bombardeos se producen al día siguiente de una reunión de Estados Unidos y sus aliados en Alemania, en la cual Washington dijo que estaba dispuesto a “remover cielo y tierra” para la victoria de Kiev.
Pero el conflicto también corre peligro de extenderse más hacia el oeste de Europa tras varias explosiones en la región moldava de Transnistria, fronteriza con Ucrania y ocupada por las fuerzas de Moscú desde hace décadas. Las autoridades de esta región separatista dijeron que Cobasna, un pueblo fronterizo con Ucrania y con importantes municiones del ejército ruso, había sido blanco de disparos.
La invasión rusa y sus constantes bombardeos han dejado cerca de 5,3 millones de ucranianos que huyeron de su país y la ONU calcula que habrá unos 3 millones más para fin de año. Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), al 25 de abril, 5.264.767 ucranianos partieron de su país desde el 24 de febrero.
Si bien el flujo se ha desacelerado desde marzo, la ONU calcula en sus nuevas estimaciones que 3 millones de refugiados más podrían sumarse para finales de año a los que ya huyeron de los combates y los bombardeos incesantes.
Con información de AFP
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