El Gobierno británico declaró por vez primera el estado de emergencia nacional por las temperaturas récord que se esperan para el lunes 18 de julio y el martes 19 de julio, especialmente en el centro y en el este del país.

La Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA, por sus siglas en inglés) incrementó la alerta de “advertencia de calor y salud” al nivel 4, el más alto posible, durante los primeros dos días de la próxima semana, cuando se esperan temperaturas de 40º.

“En este nivel”, según el comunicado recogido por The Guardian, la enfermedad y la muerte pueden ocurrir incluso entre las personas con gran estado de salud, y “no solo en los grupos de alto riesgo”, en especial en las zonas del corredor A1 al norte, desde Londres hasta Lincolnshire, en áreas que incluyen Peterborough, Grantham, Sandy y Stevenage.

El portavoz de la Oficina Meteorológica británica, Grahame Madge, ha descrito la subida de las temperaturas como una “situación potencialmente muy grave”. “Si llegamos a los 40 ºC vamos a rebasar un umbral icónico, que demuestra que el cambio climático está ahora entre nosotros”, advirtió en declaraciones recogidas por Sky News.

La directora ejecutiva de la organización, Penny Endersby, describió el pronóstico de calor extremo como “absolutamente sin precedentes” e instado al público a tomar en serio las advertencias. “Nuestros estilos de vida y nuestra infraestructura”, ha avisado, “no están preparadas para lo que se nos viene encima”.

Los estragos que ha causado la ola de calor en Europa

En el suroeste de Francia, donde dos incendios han calcinado unas 7.000 hectáreas desde el martes, sobre todo en la muy turística área de la duna de Pilat, en el litoral atlántico, la situación “sigue siendo desfavorable”, anunció la prefectura del departamento de la Gironda.

Estos voraces incendios, que han requerido la actuación de mil bomberos, han provocado la evacuación de unas 10.000 personas. “Nunca había visto algo así y se siente realmente como algo posapocalíptico”, dijo el jueves Karyn, una residente de Cazaux, justo antes de que comenzara la evacuación preventiva de este pueblo cercano a la colosal duna de Pilat, envuelto en una nube de humo y cenizas suspendidas.

En España, el pico de la ola de calor parecía haber pasado, pero las temperaturas no daban respiro a los habitantes de numerosas regiones del país, que deben esperar hasta la semana que viene para que desciendan un poco. A las 7:00 a. m., los termómetros en la provincia de Badajoz (suroeste) marcaron 37,2 ºC. A la 1:00 p. m. superaban los 43 ºC y se esperaban valores aún mayores en esa y otras zonas del país.

El jueves 14 de julio se registró una máxima de 45,4 ºC en el centro del país. El récord absoluto en España se alcanzó en agosto de 2021: 47,4 ºC cerca de Córdoba (Andalucía, sur).

En Portugal, donde se llegó a 47 ºC el jueves en el norte del país, un récord para un mes de julio, las máximas debían ser, no obstante, este viernes de 41 ºC. Esta es la segunda ola de calor que golpea Europea en menos de un mes, unos fenómenos que se están volviendo más frecuentes e intensos azuzados por el cambio climático, según científicos.

“La evidencia muestra que las olas de calor se volverán más prevalentes y las temperaturas más extremas en los años venideros”, dijo en Ginebra Lorenzo Labrador, de la Organización Meteorológica Mundial.

*Con información de AFP y Europa Press.