Mientras se espera la próxima audiencia del juicio del expresidente brasileño Jair Bolsonaro, este viernes 23 de junio, el político aprovechó para quejarse del proceso judicial que tiene abierto en el Tribunal Superior Electoral (TSE) y que le podría inhabilitar políticamente durante los ocho próximos años
“Han incluido hasta lo ocurrido el 8 de enero”, protestó Bolsonaro en relación con el día de los ataques en edificios gubernamentales de Brasil en medio de multitudinarias manifestaciones, en las que cientos de opositores a Lula reflejaron su inconformidad por el resultado de los comicios.
Ente tanto, Bolsonaro se refiere a la petición de la Fiscalía de incluir como prueba en el proceso el decreto golpista, tal y como es conocido en Brasil, que se encontró durante el registro a la casa del que fue su secretario de Justicia, Anderson Torres, en esos momentos secretario de Seguridad de Brasilia.
“Espero que se haga justicia, tenemos aquel precedente de 2017, que sentó jurisprudencia, que en el proceso original no se pueden agregar otros hechos como han hecho conmigo, incluyeron hasta lo ocurrido el 8 de enero de este año”, fue la queja de Bolsonaro en una entrevista para Rádio Gaúcha.
El expresidente también aprovechó para asegurar que con este proceso judicial, el TSE quiere crear un procedente a su costa. “Está haciendo algo más que cancelar el mandato, cancelar en origen, me están queriendo inhabilitar en origen”, afirmó, a la vez que ha pedido poder declarar ante el tribunal una vez emitan sus votos.
En ese sentido, recalcó que espera poder tener una audiencia con el juez Raul Araújo Filho, primero en votar tras el relator, Benedito Gonçalves. “Raul es conocido por ser un jurista bastante apegado a la ley. A pesar de estar en un tribunal político electoral, hay una posibilidad de pedir una vista”, indicó en medio de su entrevista.
Con la sombra de la inhabilitación sobrevolando por la acusación de abuso de poder en su contra, Bolsonaro ha confirmado que su intención en presentarse a las elecciones municipales de 2024. “Quiero continuar con mi derecho y no hay nada que me pueda quitar mi derecho político, si no es una arbitrariedad”, enfatizó el expresidente, quien también aspira a las de 2026.
“Quitándome mis derechos políticos seguiré sin estar muerto, pero prefiero poder disputar alguna cosa en 2026. Si me quitan ahora mis derechos políticos sin pruebas, sin algo concreto que haya hecho, será un crimen”, puntualizó el exmandatario.
El juicio por presunto abuso de poder
Entre tanto, este jueves comenzó la primera sesión de su juicio en el que el TSE decide si cometió abuso de poder y uso de manera fraudulenta los recursos del Estado cuando reunió a más de 70 embajadores y diplomáticos extranjeros en dependencias del Palacio del Planalto para intentar persuadirles, sin pruebas, de las supuestas deficiencias del sistema electoral brasileño y las urnas electrónicas.
Tras la lectura del caso y la presentación de alegaciones, este próximo martes 27 de junio continuará el debate. Es de resaltar que, en este proceso, si cuatro jueces votan a favor, Bolsonaro podría salir ya inhabilitado para seguir practicando la política en su país. En caso de no haber consenso, la siguiente sesión sería el jueves de la misma semana, según lo planificado hasta el momento.
En caso de que alguno de los jueces solicite más tiempo para analizar el caso, la votación aplazaría otros 30 días, pero al estar de vacaciones al cumplirse ese plazo, la siguiente reunión no tendría lugar hasta el 22 de agosto. El asunto podría alargarse 30 días, pero ya requeriría del aval del presidente del tribunal, Alexandre de Moraes.
*Con información de Europa Press.