El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, publicó un video en el que anunció que permanecerá en su territorio, específicamente en la capital de su país.

“Me quedo en Kiev. En Bankova (la avenida Pennsylvania de Ucrania). No me escondo. Y no le tengo miedo a nadie”, dice Zelenski en una parte de la publicación.

Vale la pena recordar que el mandatario ucraniano dijo la noche del domingo que Ucrania “no perdonará” los ataques a edificios residenciales y a personas desarmadas en el marco de la invasión militar rusa de Ucrania.

“No perdonaremos los edificios residenciales bombardeados, no perdonaremos el cohete que nuestra defensa aérea derribó hoy sobre Okhmatdet y más de otros 500 cohetes similares que golpearon nuestra tierra, Ucrania, nuestra gente, niños. No perdonaremos las ejecuciones sin armas”, recalcó el mandatario en un video publicado en Telegram, según ha recogido la agencia de noticias Unian.

Así, el presidente de Ucrania hizo hincapié en que no perdonará “cientos de víctimas y miles de sufrimientos”.

“Hoy es el domingo del perdón, el día en que siempre nos pedimos perdón unos a otros, a todas las personas, a Dios. Pero hoy, al parecer, muchos no recordaron este día en absoluto, no recordaron las palabras obligatorias: perdóname, y la respuesta obligada: Dios perdonará y yo perdono”, señaló Zelenski.

Las tropas rusas se preparan para bombardear Odesa, un ciudad estratégica y principal puerto de Ucrania en el mar Negro, también advirtió el domingo el presidente ucraniano Volodímir Zelenski.

“Están preparándose para bombardear Odesa. ¡Odesa!”, exclamó Zelenski en un mensaje por video.

“Será un crimen militar. Será un crimen histórico”, declaró, en momentos en que el Ejército ruso, procedente de la Crimea anexionada, continúa avanzando en el sur de Ucrania.

Cerca de un millón de personas viven en Odesa, un importante puerto en el sur de Ucrania. Su población habla ucraniano y ruso y en ella hay minorías búlgara y judía.

Desde que Rusia lanzó su invasión a Ucrania, el 24 de febrero, las fuerzas rusas tratan en el este y sur del país de lograr una continuidad territorial entre las zonas separatistas del Donbás y la ya anexionada Crimea.

Un ataque a Odesa ampliaría la ofensiva más hacia el oeste, no lejos de la frontera con Moldavia, país en el que Rusia tiene ya presencia militar en el enclave rusohablante de Transnistria.

Hasta hoy, pese a las numerosas sirenas de alerta, Odesa, célebre estación balnearia del mar Negro, quedó relativamente al margen de los bombardeos rusos.

Pero como todas las grandes ciudades de Ucrania en el undécimo día de la ofensiva rusa, Odesa está repleta de barricadas y su población prepara refugios y centros de logística para apoyar a los voluntarios, constató una periodista de la AFP.

“Como usted ve, la ciudad está vacía, todo el mundo está en su casa” declaró a la AFP Myhailo Shmuchkovych, vicealcalde.

Un ataque “puede ocurrir en cualquier momento, y nadie está listo para algo así, sobre todo moralmente” agregó.

El presidente Zelenski pidió además a los rusos que se eleven contra la invasión y que elijan entre “la vida y la esclavitud”.

“¡Ciudadanos rusos! Para ustedes no es solamente una lucha por la paz en Ucrania. Es también una lucha por su propio país”, aseguró.

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