Si la existencia o no de un plano más allá de la muerte centra discusiones e incertidumbre, también sucede cuando una persona ha sido declarada clínicamente fallecida y, posteriormente, ‘vuelve a la vida’. En esos casos, el personal médico suele ser testigo y quedar, en principio, sin respuestas ante un hecho ‘inusual’.

Justamente, las dudas terminan sembradas cuando es el mismo equipo sanitario el que afirma que una persona ha partido tras agotar el monitoreo y revisiones correspondientes. Por ejemplo, cuando no hay respiración, respuesta a la toma del pulso, ausencia de reflejos y conexión con el entorno, así como la imposibilidad para detectar latidos son señales del deceso.

Aun cuando se hacen las revisiones habituales para declarar un fallecimiento se puede 'caer' en errores (imagen de referencia). | Foto: Getty Images / eyesfoto

Lo ‘extraño’ aparece aun cuando al comprobarse estos factores, el paciente muestra nuevamente señales de recuperación o, por lo menos, algunos signos de vida. Durante años no han sido pocos los casos de quienes aseguran haber tenido experiencias cercanas a la muerte y aquellos que oficialmente fueron declarados muertos por varios minutos.

¿Pacientes ‘volvieron a la vida‘?

El testimonio de un médico en Reino Unido volvió a evocar por estos días un debate que ha dejado ‘sorpresas’ hasta en la comunidad científica. El doctor y académico en la Universidad Anglia Ruskin, Stephen Hughes, afirmó presenciar dos casos (durante su trayectoria) en los cuales pacientes ‘regresaron a la vida’.

En una de esas experiencias, un colega suyo declaró muerta a una adulta mayor, pero quienes estuvieron allí pudieron haber quedado ‘estupefactos’ cuando la mujer eventualmente empezó a respirar y se restableció su pulso. Otro momento plasmado en la memoria de Hughes ocurrió cuando en cierta unidad médica se escuchó decir: “Paro cardíaco. Mortuorio. ¡Esto no es una broma!”.

Adulta mayor habría sido declarada muerta por error (imagen de referencia mujer hospitalizada). | Foto: Getty Images / KatarzynaBialasiewicz

Particularmente, en esa situación, una paciente se había agravado y, posteriormente, informado de su deceso, tras una sobredosis de medicamentos barbitúricos con los cuales trataba su epilepsia. El panorama cambió por completo cuando, una vez fue trasladada a la morgue, alguien observó que una de sus piernas estaba “temblando”, escribió el médico británico en The Conversation.

¿Por qué siguen ocurriendo estos casos?

Pero, con años de experiencia, ¿cómo podría explicarse que este tipo de sucesos continúen presentándose? Para el académico inglés se debe tener bastante precaución y evaluar cada detalle antes de un veredicto. “Si no se realiza correctamente el procedimiento de confirmación de la muerte, se explican algunos casos de personas que se declaran fallecidas incorrectamente”, dijo en el portal mencionado.

“Un examen superficial mientras se está distraído podría conducir fácilmente a una falla para escuchar los sonidos del corazón y detectar respiraciones superficiales e infrecuentes”, añadió el profesor universitario. Como parte de un intento por hallar respuestas, Stephen Hughes explicó que un exceso de sedantes podría ampliar las posibilidades de que este tipo de casos se presente.

Lo anterior porque, según él, esas sustancias tienen el potencial de ‘bajar’ la respuesta del organismo y generar una especie de ‘choque’ tanto en la circulación como respiración, de manera que se podría pensar en el fallecimiento de la persona. A esto se suma la “inmersión en agua fría” por su potencial de disminuir el ritmo cardíaco.

En The Conversation el doctor y académico británico mencionó que “el desmayo también podría engañar al médico certificador. La activación del nervio vago (...) se produce durante el desmayo, lo que ralentiza el corazón y reduce la presión arterial”.

Otro doctor, Thomas Fleischmann, afirmó haber presenciado múltiples casos en los cuales sus pacientes tuvieron vivencias próximas a la muerte.

Varios pacientes han asegurado tener experiencias cercanas a la muerte. | Foto: Getty Images

Para ahondar en lo que aseguró presenciar, categorizó en cinco las etapas de la muerte, siendo la primera una desaparición del dolor. La siguiente fase fue descrita como una experiencia en la que el individuo puede verse a sí mismo en la camilla antes de pasar a un tercer momento: la posibilidad de percibir olores, ruidos y ver ‘criaturas aterradoras’.

En la cuarta etapa, algunos de sus pacientes afirmaron presenciar una luz, en medio de la oscuridad absoluta, Posteriormente, el ciclo cierra con “un entorno hermoso, con bellos colores y en muchos casos oyen música y presencian un sentimiento de amor incondicional”.