La guerra en Ucrania ha puesto en jaque a varios de los países europeos frente a su capacidad y sus reservas energéticas, en medio de una temporada en la que el consumo de electricidad aumenta significativamente por cuenta del invierno, y la necesidad misma de la población por emplear medios para nivelar el déficit térmico.
Precisamente, en medio de ese contexto, las autoridades francesas han anticipado que se baraja la posibilidad de volver a emplear la medida de los cortes de energía y el racionamiento, como método para garantizar el suministro futuro, previendo así una crisis peor.
No obstante, el anuncio de las autoridades francesas advierte que la medida no se instauraría en este final de año, sino que, por el contrario, estaría proyectada para entrar en vigor el próximo mes: enero de 2023.
En ese sentido, el llamado de las autoridades galas a la ciudadanía es para que se preparen de cara a la nueva temporada de cortes de electricidad, advirtiendo a la vez la necesidad de tomar medidas, desde ya, para limitar el consumo durante la temporada de invierno, señalando que de momento, el país recurrirá a importaciones de energía proveniente de países vecinos, en tanto sus reactores nucleares también presentan problemas.
De acuerdo con declaraciones entregadas por el portavoz del Gobierno francés, Olivier Véran, y retomada por medios internacionales, las medidas buscan proteger al país de un riesgo mayor derivado de apagones totales.
Esta situación extrema a la que ha llegado Francia se derivó de una coyuntura interna que agravó aún más la crisis transversal a toda Europa, y que se deriva de la caída del suministro del gas ruso como consecuencia de la guerra en Ucrania, y las medidas tomadas tanto por el Kremlin, como por la Unión Europea.
Sobre la situación interna de Francia en materia energética, medios internacionales han referido que esta se resume en que, si bien el año pasado el 69 % de la energía empleada por esta potencia se derivó de la industria nuclear, actualmente esta posibilidad no está a la mano, pues de los 56 reactores o generadores de energía nuclear con los que cuenta el país, la mitad está cerrada en medio de una alarma de ‘corrosión’ que significó su cierre temporal para efectuar los correspondientes controles y reparaciones.
La solución a la vista durante el llamado invierno boreal que se avecina, el cual podría registrar incluso temperaturas históricas, se refiere a la importación de una importante cantidad de energía proveniente de países como Alemania, España y Reino Unido, según precisó la empresa RTE, encargada del servicio.
No obstante, es de recordar que esos países en los que Francia basará sus importaciones energéticas también temen una crisis debido al contexto internacional.
Así, la situación de Francia despierta sendas alarmas en su población y en la región, pues si bien históricamente ha sido un país exportador, debido a la coyuntura se convertirá en importador, lo que tendrá efectos no solo sobre la capacidad energética, sino también sobre los bolsillos de los ciudadanos al enfrentarse a una menor oferta.
En ese mismo sentido, expertos han llamado a la importancia de atender al llamado de las autoridades galas en términos de racionalización de la energía, pues el daño y la afectación descrita no ese proyecta a corto plazo, sino que, por el contrario, será una situación que tendrá que enfrentar el país en el mediano, e incluso, en el largo plazo.
“Tardará unos años”, afirmó Franceinfo Xavier Piechaczyk, presidente del directorio de RTE, en declaraciones recogidas por la agencia AFP.
La meta propuesta por el gobierno de Macron, y fundamentada en llamados especiales a la ‘austeridad energética’ de grandes empresas y particulares, se ha fijado en una reducción del consumo cercano al 10 %, frente a las cifras registradas en 2019.
Las medidas a las que ‘echará mano’ el gobierno Macron no solo se reducen a los apagones o racionamiento, sino también al llamado para que, durante las horas de suministro, se pueda usar de forma responsable el recurso disponible, acusando la necesidad de ‘limitar’ el consumo de sistemas de calefacción en lugares como escuelas, oficinas y hogares, a lo que se suman otros de uso responsable de la energía por parte de entidades públicas y comercios, como el ya implementado ‘apagón de luces’ en instituciones públicas y monumentos durante horas de la noche.
Si bien esta medida de racionamiento de energía no es nueva, y ha sido un llamado que desde meses atrás ha venido haciendo el gobierno francés, un reciente balance revelado por la empresa responsable del suministro eléctrico ha evidenciado que si bien se ha logrado un ahorro cercano al 6,7 % frente a las cifras de 2019, este ahorro se ha logrado gracias a la contribución y conciencia de las empresas, no obstante, el ahorro por parte de los particulares y hogares no es el adecuado.
Los cortes
Si bien no se ha oficializado el funcionamiento del racionamiento planteado, se ha anticipado que los planes de cortes energéticos afectarán a cerca del 60 % de la población, por lo que es necesario que los ciudadanos se vayan preparando.
En ese sentido, también ha trascendido que dichos cortes de electricidad serían por espacio de dos horas, las cuales se ubicarán en los catalogados como picos de consumo, referidos al espacio entre las 8:00 a. m. y la 1:00 p. m., y las 6:00 p. m. a 8:00 p. m.
Las autoridades también afirman que habrá sectores excluidos de los cortes de luz, refiriéndose con ellos a instituciones de emergencia como Policía y Bomberos, así como los hospitales.
*Con información de AFP.