La conexión entre lo divino y lo terreno ha sido un factor muy importante para las personas que practican un determinado credo religioso. Desde recitar oraciones, tener momentos de reflexión personal, ayudar al prójimo, asistir a encuentros religiosos, contar con objetos alusivos a la creencia y hasta una experiencia personal, son considerados canales para tener una conversación con la deidad en que se crea.

Durante varios milenios, la religión ha estado en medio de las decisiones personales y colectivas con el fin de seguir manteniendo un statu quo en medio de la modernidad que la sociedad enfrenta cada día, y en la evolución social de la misma. Tanto así que existen Estados declarados laicos, en donde ninguna religión prima sobre otra, y otros confesionales, en donde la ley está dictada por un credo.

Aun así, una de las características de la especie humana es la necesidad de palpar con los sentidos un acontecimiento para creer en él, por lo que muchas personas consideran que si no hay pruebas que confirmen o desmientan un hecho, no pueden poner su confianza en lo que solamente se basa en palabras; no obstante, la religión se basa en la fe para que su población crea sin necesidad de que los sentidos deban dar la última palabra.

No obstante, específicamente la iglesia católica ha puesto en marcha algunos seguimientos para comprobar o desestimar las apariciones de santos y de la Virgen María que una persona o una comunidad manifiesta haber visto. Aunque algunas no cuentan con el visto bueno del Vaticano, otras, como las apariciones de María en la ciudad de Medjugorje, continúan en estudio por las constantes declaraciones de que la Virgen se aparece allí desde 1981.

Se presume que las apariciones en Medjugorje son la continuación de revelación de secretos de la Virgen de Fátima. | Foto: Con derechos gestionados de Getty Images

Medjugorje: La ciudad elegida

Esta comunidad de poco más de seis mil habitantes, localizada en Bosnia y Herzegovina, ha sido el epicentro del estudio de la iglesia católica para verificar las apariciones que la Virgen María habría tenido allí desde el 24 de junio de 1981, en donde se relata que la primera aparición ocurrió ese día al atardecer, estando presentes seis niños de 15 a 17 años, los cuales describieron que vieron un destello de luz que tenía forma de mujer y que cargaba un niño en brazos.

Inmediatamente, pensaron que se trataba de la Virgen María; sin embargo, no dijeron nada y volvieron al día siguiente al mismo lugar con la esperanza de volver a ver la aparición, y así fue, salvo que en esa ocasión estaba sin el niño en brazos. La noticia corrió por las calles de la comunidad y desde entonces tres de los seis niños, ahora adultos, la siguen viendo a diario, mientras los otros tres la ven una vez al año, según sus declaraciones.

Los seis hombres y mujeres que desde 1981 aseguran ver a la Virgen María también han expresado que la virgen les confío 10 secretos y advertencias, los cuales algunos se han comunicado, como la necesidad de conversión del mundo y el constante riesgo del fin de los tiempos, mientras otros aún no se han revelado y otros se han evitado, gracias al arrepentimiento de los fieles.

Bosnia y Herzegovina es una nación mayoritariamente musulmana, por lo que la rareza de que la Virgen María aparentemente se aparezca en una zona como esa, además de haber sido una nación sacudida por la guerra en la década de los 90, podría significar un mensaje de unión y perdón para los fieles.

¿Qué dice la Iglesia católica?

El primer documento que se realizó para confirmar o desestimar las apariciones marianas se escribió 10 años después de aquel 24 de junio de 1981. Este documento, conocido como Declaración de Zadar, realizado por los obispos yugoslavos de la época, dictaba que:

“Basándose en las investigaciones hasta ahora realizadas, no puede afirmarse que se esté tratando de apariciones sobrenaturales y revelaciones. Sin embargo, las numerosas reuniones de fieles que, desde diferentes partes del mundo, acuden a Medjugorje, inspirados tanto por motivos de fe como por otros varios, requieren la atención y el cuidado pastoral primeramente del obispo diocesano, y con él, también de los otros obispos, para que, en Medjugorje y en todo aquello que esté relacionado con ello, sea promovida una sana devoción a la bienaventurada Virgen María, de acuerdo con la enseñanza de la Iglesia”.

Después, en la Doctrina de la Fe, presidida en 1998 por el cardenal Joseph Ratzinger, quien posteriormente sería el papa Benedicto XVI, expresó que la iglesia aún no podía afirmar estas apariciones, pero que seguirían estando investigadas.

Finalmente, en las declaraciones más recientes sobre Medjugorje, el papa Francisco, en 2017, se ha referido al tema diciendo: “Las primeras apariciones, que fueron de niños, el informe más o menos dice que estas necesitan seguir siendo estudiadas”; sin embargo, aseveró que en el caso de las “presuntas apariciones actuales, el informe tiene sus dudas”.

No obstante, en 2019, la Santa Sede dio el aval para que se retomaran peregrinaciones oficiales, expresando que en el santuario se visibilizaban “abundantes frutos de gracia”, a pesar de que esto no quisiera decir que el Vaticano aprobara las apariciones.

Aunque las apariciones no cuenten aún con el visto bueno de la Iglesia, cada año Medjugorje ha recibido a más de 30 millones desde 1981, en donde las peregrinaciones religiosas son diarias y a las que acuden desde practicantes y turistas, hasta obispos y cardenales.