Melania por Melania Trump. Así ofrecen hoy las plataformas de los Estados Unidos lo que se espera sea uno de los libros más vendidos: la autobiografía de la esposa del candidato republicano. La historia no contada de una de las mujeres más enigmáticas del mundo y, además, testigo excepcional de los grandes acontecimientos de los últimos años en la Casa Blanca, promete convertirse en uno de los temas esenciales de la recta final de la campaña.
En el escrito, Melania promete contarlo todo. La ex primera dama ha publicado videos promocionando su relato. Uno de ellos fue después del segundo intento de asesinato de su esposo. La publicación causó impacto.
En ella, Melania defiende su pasado como modelo nudista. “¿Por qué respaldo con orgullo mi trabajo como modelo de desnudo? La pregunta más apremiante es: ¿por qué los medios han elegido examinar mi celebración del ser humano en una sesión de fotos de moda? ¿Ya no somos capaces de apreciar la belleza del cuerpo?”, dijo.
Luego, se comparó con Miguel Ángel en un video en el que muestra muchas de las obras del artista italiano, incluida su icónica escultura David. “A lo largo de la historia, los maestros artistas han reverenciado la forma humana, evocando profundas emociones y admiración.
Deberíamos honrar nuestros cuerpos y abrazar la tradición eterna de utilizar el arte como un poderoso medio de autoexpresión”, concluyó. Con esta publicación, Melania, sin mencionarlo, pone de presente los ataques que vivió en 2016, en la campaña en la que ganó su esposo.
Durante la recta final, algunos medios publicaron las fotos de sus desnudos en su carrera de modelaje. La ex primera dama tiene como estrategia no meterse en los temas controversiales de su marido, pero ha tenido la pericia de rozarlos bien.
“Nunca imaginé que mi privacidad sería invadida por el gobierno aquí, en Estados Unidos”, asegura en otra promoción del video en la que aparece en blanco y negro mientras se muestran imágenes de Mar-a-Lago. Así, ella cuenta que el FBI allanó su casa y sus pertenencias, pero no aclara que fue dentro de la investigación en la que se acusaba a Trump de haberse llevado allá material clasificado de la Casa Blanca.
Así, el libro, que sale la semana entrante, pondrá el foco en una mujer que muchos quisieran conocer mejor. Durante los años en que vivió en la Casa Blanca, se tejieron muchas versiones sobre su vida, y en esta campaña, su mutismo ha causado mucha intriga. Apenas apareció en un anuncio en la campaña, y aunque asistió a la Convención Nacional Republicana, nunca habló. Nadie la ha visto en los actos de campaña ni en los debates. El mismo Trump suele hablar poco de ella. En su discurso en la convención, apenas dijo: “Melania, muchas gracias”, y le plantó un beso.
Por el contrario, el esposo de Kamala Harris, el abogado Douglas Emhoff, sí ha sido un protagonista. Fue uno de los principales oradores de la convención demócrata y contó detalles de la vida de quien sería la primera mujer presidenta de los Estados Unidos.
“Kamala Harris era la persona justa para mí en un momento muy importante de mi vida. En este momento en la historia del país, ella es la presidenta adecuada. Está lista para liderar. Te amo demasiado. Estoy demasiado orgulloso”, dijo emocionado, ante un auditorio eufórico. El abogado contó que conoció a Harris en una cita a ciegas, cuando ya era papá de dos niños. Esa noche Emhoff quedó con el número celular de Kamala y al otro día la llamó a las 8:30 de la mañana.
Luego, ella le devolvió la llamada y hablaron por una hora. “Entre más la conocía, más me enamoraba. Su empatía es su fuerza”, narró. Agregó que sus hijos, desde que la conocieron, la comenzaron a llamar Mamala, y desde ahí él supo que la familia había engranado bien. El abogado no tiene problema en salir de frente en la campaña. También ha sido su defensor más acérrimo.
”Señor Trump, sé que le cuesta mucho trabajo pronunciar su nombre”, le dijo al magnate en un video. A Trump lo critican por pronunciar mal el nombre de Kamala. “Después de la elección, puede llamarla apenas señora presidenta”, dijo. La semana entrante, cuando el libro de Melania salga a la luz, seguramente en la campaña se verá otro cabeza a cabeza: el de las primeras parejas de los Estados Unidos.