En los últimos días, se hizo pública la denuncia de Mónica Taibo, quien en redes sociales señaló a su esposo de presuntamente obligarla a marcarse sus iniciales en varias partes del cuerpo. La mujer, residente en Veracruz, México, acusó a su pareja sentimental de violencia intrafamiliar y manifestó sentir temor por su vida y la de su familia.
En un video, de casi dos minutos, Taibo afirmó que (por la fuerza) este hombre había hecho que plasmara en su piel varios tatuajes para, según ella, ser objeto de rechazo si más adelante optaba por comenzar una relación con alguien más. “No creo que otro te aceptaría con tantos tatuajes”, fueron sus palabras en lo evocado.
SEMANA logró contactarse con el acusado, quien se identifica como Sergio Hernández Vallarino, para conocer su versión de lo sucedido y su respuesta a la denuncia. El mexicano, quien se desempeña como notario público número uno en la ciudad de Cosamaloapan, negó que hubiese ejercido algún tipo de maltrato y dijo que estaba siendo blanco de un chantaje.
“Me queda muy claro que esto se trata de una represalia porque presenté la demanda de divorcio y, además, estoy siendo objeto de una extorsión económica”, apuntó el notario a este medio en el que acusó a la su pareja de estar “fabricando hechos” y “distorsionando” lo sucedido. En relación con los tatuajes, asegura que; por el contrario, fue ella quien por voluntad propia quiso marcar su piel y que supuestamente lo instó para que hiciera lo mismo y demostrara “que la amaba más”.
El notario dijo que su esposa tenía cinco inscripciones, entre ellas la firma del notario en el antebrazo derecho, sus iniciales en la muñeca del mismo lado, el nombre y otro con la representación del tiempo que llevaban juntos. Hernández enfatizó que todas las veces que se tatuaron, lo hicieron de “común acuerdo” como una “complicidad entre ambos”.
“Exijo se me haga justicia”
El 12 de noviembre, Taibo expuso en redes sociales que estaba siendo blanco de violencia intrafamiliar y que temía tanto por su vida como por la de sus allegados. Además, afirmó que en varias ocasiones llegó a recibir amenazas si “denunciaba estos hechos”.
“Un día estábamos comiendo en la casa con mis hijos y (...) con una pistola de alto calibre mató a un perrito que era nuestra mascota, diciéndome que eso lo hacía para que le creyera que la próxima en morir podría ser yo, por lo que temo por mi vida y la de mi familia. Confío en las leyes y en las autoridades del Estado por lo que exijo se me haga justicia”, aseveró.
En conversación con el Noticiero Univisión, la mujer dijo que hubo un punto en su relación en la que terminó prácticamente en aislamiento, y que (por la fuerza) tuvo que dejar su trabajo y evitar relacionarse con otros hombres. Posteriormente, hacia el mes de agosto salió con sus hijos de la vivienda compartida y, en alusión a las marcas, manifestó que no quería realizarlas.
“Como una prueba de amor, él decía que parejas anteriores lo habían hecho. Que yo tenía prácticamente la obligación de aceptarlo porque todo el mundo tenía que saber que yo ya le pertenecía”, le dijo a ese medio. En diálogo con Noticias Telemundo, el abogado de Taibo dio detalles de los delitos que se establecieron contra el notario público: “Es un caso sustentado que pueden configurarse los delitos de violación, amenazas y violencia familiar”.