La caída del Vuelo 17 de Malaysia Airlines sobre el este de Ucrania se debió probablemente al impacto de varios "objetos de gran energía desde fuera de la nave" que destruyeron el avión, concluyó el informe preliminar sobre el desastre divulgado el martes. El informe preliminar de la Junta de Seguridad de Holanda evitó decir que el Boeing 777 fue derribado por un misil tierra-aire, pero sus hallazgos parecen apuntar a esa conclusión. El documento tampoco dijo quién podría ser responsable del suceso. El Boeing 777 cayó el 17 de julio en territorio bajo control rebelde en el este de Ucrania, lo que provocó la muerte de los 298 pasajeros y tripulantes que iban a bordo. "El daño observado en la zona delantera de la nave parece indicar que el avión fue penetrado por un gran número de objetos de alta energía desde fuera de la aeronave", dijo el informe. "Es probable que este daño resultara en una pérdida de integridad estructural de la aeronave, llevando a una ruptura en vuelo". La junta lidera la investigación internacional sobre la causa del desastre. Se espera que el informe definitivo se publique en el plazo de un año desde el siniestro. "Los resultados iniciales de la investigación apuntan hacia una causa externa del siniestro del MH17", dijo en un comunicado el presidente de la junta, Tjibbe Joustra. "Se necesitará más investigación para determinar la causa con gran precisión. La Junta de Seguridad cree que habrá más pruebas disponibles para investigación en los días por delante". Christopher Yates, especialista en seguridad aérea de Yates Consulting, dijo a The Associated Press que el informe "es extremadamente consistente con daños de un misil por el simple motivo de que hay marcas de penetración". "Debió moverse a una velocidad muy alta para crear los daños", dijo. "Sólo podría ser un misil de un tipo que alcanzara la altitud a la que habría derribado el avión, potencialmente un misil BUK". El informe, dijo, no dio indicios sobre si el misil se habría disparado desde tierra o desde otro avión, pero es probable que procediera de tierra porque no se sabe de ningún avión militar que estuviera volando por la zona en ese momento. Un misil disparado desde un artefacto colocado en el hombro de un tirador no habría alcanzado la altitud necesaria, añadió. Debido al conflicto aún abierto entre rebeldes pro rusos y fuerzas ucranianas, los investigadores de la junta no han visitado los campos donde cayó el fuselaje el Vuelo 17. Es probable que eso contribuyera a la cauta evaluación sobre lo que ocurrió. "Se está realizando un detallado examen del daño estructural", dijo el informe. "Se realizarán exámenes forenses si los restos pueden recogerse". Hasta ahora, los investigadores han estudiado fotos del lugar del siniestro, datos de radar e información derivada de las "cajas negras" del avión — la grabadora de voz de cabina y el registro de datos de vuelo_. Todo indica que no se produjo un fallo técnico que pudiera causar la ruptura del avión. Los rebeldes pro rusos han negado oficialmente haber derribado el avión, pero un alto cargo admitió de forma extraoficial que habían realizado un ataque con misil. Apenas tres horas antes de que el avión fuera derribado sobre territorio rebelde en el Este de Ucrania, Associated Press informó del paso de un sistema de misiles Buk M-1 —una máquina del tamaño de un tanque que transporta cuatro misiles tierra-aire— avanzando por la localidad rebelde de Snizhne, cerca del lugar del siniestro. Conversaciones interceptadas entre los rebeldes publicadas por el gobierno ucraniano apoyan esa versión de los hechos. En esas cintas se puede oír a los primeros rebeldes que llegan al lugar maldecir cuando ven el número de víctimas y el logotipo de Malaysia Airlines.