El expresidente boliviano Evo Morales, obligado a dimitir hace once días por las protestas contra su polémica reelección, cometió un "error" al buscar un cuarto mandato, consideró el viernes el exmandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva en una entrevista al diario The Guardian. Lula, que salió de la cárcel el 8 de noviembre tras haber cumplido 19 meses de reclusión por corrupción pasiva y blanqueo -tras un controvertido juicio que lo condenó a casi nueve años de prisión- dio a entender además que puede no presentarse a las elecciones de 2022.
Nada más ser liberado, el expresidente brasileño había llamado a su Partido de los Trabajadores a reconquistar el poder en manos del ultraderechista Jair Bolsonaro. Pero en declaraciones al diario izquierdista británico subrayó que para los próximos comicios él tendrá 77 años y "la Iglesia católica, con 2.000 años de experiencia, jubila a sus obispos a los 75". Lula, al que la justicia permitió agotar todos sus recursos judiciales en libertad, precisaría que su sentencia fuera anulada para poder ser de nuevo candidato tras haber ganado las presidenciales de 2002 y 2006. También Evo Morales, de 60 años, había estado casi 14 en el poder cuando intentó hacer valer su polémico triunfo electoral del 20 de octubre para un cuarto mandato hasta 2025.
"Mi amigo Evo cometió un error cuando buscó un cuarto mandato como presidente", consideró Lula, pese a denunciar que "lo que hicieron con él fue un crimen" y "un golpe de Estado". Observadores de la Organización de Estados Americanos encontraron irregularidades en los comicios de octubre y su principal rival, Carlos Mesa, los calificó de "monumental fraude", lo que desató masivas protestas en Bolivia.
Morales, que tuvo que asilarse en México tras perder el apoyo de las fuerzas armas y la policía, denunció un "golpe político, cívico y policial" instigado por la derecha boliviana. Para poder presentarse a un cuarto mandato, el expresidente de Bolivia había requerido la habilitación mediante una polémica sentencia del Tribunal Constitucional en 2017, contra lo decidido un año antes en un referéndum nacional. Caído Morales afirmó este jueves que el gobierno interino en Bolivia pretende denunciarlo internacionalmente utilizando un montaje que lo muestra como instigador de las protestas que sacuden a su país. "Denuncio al gobierno de facto en #Bolivia por crear un montaje con intención de hacerme un juicio internacional", afirmó el exmandatario en Twitter. Añadió que la administración interina de la derechista Jeanine Áñez "apela a la manipulación judicial para encarcelar a líderes antiimperialistas". El exgobernante hizo referencia al video con un audio difundido el miércoles en La Paz por el ministro de Gobierno (Interior), Arturo Murillo. En la grabación se escucha supuestamente a Morales alentando un cerco a las ciudades para impedir el ingreso de comida mediante bloqueos en las vías.
La misma autoridad anunció una demanda internacional contra Morales, acusándole de cometer un delito de "lesa humanidad", por prohibir que entren alimentos a La Paz y El Alto. "Que no entre comida a las ciudades, vamos a bloquear, cerco de verdad", dice la voz en una comunicación con un dirigente cocalero, Faustino Yucra Yarmi, quien "tiene sentencia ejecutoriada por narcotráfico", según el ministro Murillo. En otro tuit, Morales arremetió contra las nuevas autoridades: "Los que tienen que estar preocupados por la Corte Penal Internacional son (Jeanine) Áñez y Murillo, por los crímenes de lesa humanidad que están cometiendo, al ordenar a los militares a asesinar a mis hermanas y hermanos, tratando de cubrir estos delitos con un decreto ilegal".