Una lamentable noticia enluta a la familia Badillo Tayo, después de que se enteraran de la trágica muerte de Alexander, un hombre de 46 años de edad que decidió viajar a Estados Unidos para buscar una mejor vida, pero que terminó encontrando la muerte al poco tiempo de estar en el país norteamericano.
En diciembre del 2022, Alexander decidió viajar a Denver, en el Estado de Colorado, para trabajar y ganarse la vida, viajó con uno de sus hermanos. En Colombia, Alexander era independiente y había terminado el bachillerato, pero no había conseguido trabajo.
Después de un tiempo, el hombre consiguió varios trabajos, pintando casas o haciendo lo que le tocara, “trabajó en una empresa de cartón, en restaurantes, tuvo varios trabajos”, dijo su hermana Angie.
Según contó la familiar de Alexander a SEMANA, el colombiano junto con un compañero de trabajo decidieron descansar dentro del vehículo en el que se movilizaban y al parecer, el monóxido de carbono emitido por el automotor asfixió a los dos hombres que se encontraban dentro, acabando con la vida del amigo y dejando en delicado estado de salud a Badillo.
Angie aseguró que los servicios médicos alcanzaron a auxiliar a su hermano, pero murió poco tiempo después. “En un tiempo, él estuvo sin trabajo y era muy reservado, no le gustaba molestar a la gente y tampoco le dijo nada a mi otro hermano, él lo que hizo fue quedarse unos días en el carro y ahí tenía sus cosas”, dijo entre lágrimas la hermana de Alexander.
Un primo de ellos sí sabía la situación real del colombiano, ya que lo dejó quedar en su casa por unos días en los que Alexander buscaba empleo y los ingresos necesarios para rentar un lugar, sin embargo, el santandereano no quiso molestar a su familia con los inconvenientes por los que atravesaba.
Alguien llamó a un primo que también vivía en Estados Unidos, para contarle que Alexander había fallecido, “cuando llamaron a mi primo no lo creía”, dijo Angie, asegurando que ya llevaba cinco días sin hablar con su hermano y que la última persona que logró comunicarse con él fue su mamá.
“Le dijo que quería visitar a mi otro hermano y que si le daba el teléfono, visitó a mi hermano, a mis sobrinos y ya”, aseguró Angie y luego lamentó: “él me llamó y yo no le contesté, yo estaba ocupada y se me pasó y no le contesté”, dijo la mujer mientras lamentaba la muerte de su hermano en entrevista con SEMANA.
En este momento el hermano de Angie está esperando en Denver a que le entreguen el cuerpo de Alexander para poder repatriarlo a Colombia, una labor que no es fácil por la gran suma de dinero que deben conseguir para darle su último adiós en Bucaramanga.
“Él murió el viernes y no le hicieron la autopsia hasta ayer, pero si se demoran un poquito más es mejor mientras nosotros podemos recoger el dinero”, dijo Angie, asegurando que la repatriación de su hermano cuesta entre 33 y 36 millones de pesos.
La mujer se comunicó con la cancillería colombiana, pero le ha sido muy difícil comunicarse, sin embargo, pudo conocer información en internet que confirma que sin un seguro adquirido previamente al viaje es muy difícil que se pueda repatriar el cuerpo a Colombia.
“Mi mamá quiere traer el cuerpo y no las cenizas”, dijo la hermana del colombiano fallecido asegurando que no tienen visa para viajar, pero que es entendible que su mamá quiera ver a su hijo por última vez y no metido en cenizas en un cajón.
Angie recordó a su hermano como una persona noble, que amaba a su mamá y se preocupaba mucho por ella, muy buen hermano que estuvo siempre pendientes de ellos, también era un buen amigo y una excelente persona.