En el mes de septiembre, el gobierno de Chile realizará un referéndum donde se aprobará o rechazará la nueva constitución que regirá en el país. Ante esta situación, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, aseguró que votará a favor de la nueva reforma.
La exmandataria chilena realizó una visita de trabajo a Perú, siendo este uno de los últimos viajes en el cargo, ya que lo dejará en el mes de agosto, cuando cumpla su mandato.
“Yo tengo una idea muy clara de lo que debiera ser la decisión del cuatro de septiembre, yo lo he dicho antes, yo estoy por él, apruebo de la reforma de la Constitución”, dijo Bachelet durante una conferencia de prensa en Lima, con respecto al referéndum.
Así mismo, Bachelet explicó que no tiene intenciones de volver a postularse para presidenta de Chile. “Eso se lo puedo decir de inmediato”, manifestó. Además, el pasado 13 de junio, la Alta Comisionada, anunció que no va a aspirar a un segundo mandato a su cargo en la ONU, ya que desea poder pasar más tiempo con su familia y en su país.
Chile irá a las urnas el 4 de septiembre para pronunciarse sobre el texto preparado por los 154 miembros de la Convención Constitucional, que quedó disuelto el pasado cuatro de julio. El gobierno chileno espera que sean 15 millones de electores los que acudan a las urnas, pues el voto es obligatorio.
El país austral se encuentra en la recta final de su proceso constitucional, en medio de un clima de miedo e incertidumbre explotado por defensores y detractores de la nueva Constitución.
Hasta el momento, líderes de la derecha del país -que son minoría- han calificado el proceso constitucional de “fracaso” y “oportunidad perdida”, además harán campaña por el rechazo a cambiar la Constitución de 1980.
Se sabe que la redacción de la nueva reforma, fue la salida política que encontró Chile para apaciguar las violentas protestas que estallaron el 18 de octubre de 2019 en reclamo de mayor justicia social en un país muy desigual.
Panamá inicia mesa de diálogos para detener las protestas
El gobierno de Panamá lleva a cabo a partir de este martes conversaciones con los líderes de las manifestaciones. El encuentro se hará en la provincia de Coclé. “Necesitamos todos juntos llegar a acuerdos y poder salir adelante”, les señaló a periodistas el Ombudsman panameño, Eduardo Leblanc, presente en las negociaciones.
Durante dos semanas, los panameños han manifestado su inconformidad con la inflación de los precios del combustible, los alimentos y las medicinas. Debido a las protestas, el gobierno de Laureantino Cortizo se vio obligado a rebajar y congelar el precio de la gasolina, que pasó de 5,17 dólares el galón (3,78 litros) a 3,95 desde el 15 de julio. Sin embargo, los manifestantes plantearon un precio de 3 dólares por galón, según afirmó Luis Sánches, vocero de las organizaciones populares.
El arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, facilitador del diálogo, confirmó la presencia de las partes en la mesa y pidió que se “construyan consensos en un clima de paz”, según informa AFP. El gobierno, “comprometido con el diálogo permanente dentro de la base del respeto para promover la paz social y el bien común, reitera su compromiso de participar de la mesa única de diálogo”, informó la presidencia en un comunicado.
“Yo siento que esto va a ser algo trascendental. No solamente para Panamá. Nosotros lo hemos visto en Colombia. Nosotros hemos visto a los mismos empresarios que nos llevan agua. Hay un sentimiento positivo del pueblo”, afirmó Luis Sánchez en entrevista para Otras Voces en Educación vía YouTube.