El Partido Comunista de México (PCM) quiso mostrar su solidaridad con su homólogo de Venezuela, que ha sido blanco de medidas que consideran abusivas por parte del gobierno de Nicolás Maduro.
Para ello, un grupo de sus militantes irrumpió el pasado miércoles en la sede de la embajada del país suramericano en la capital mexicana, para mostrar su rechazo por la intervención judicial que el mandatario emprendió contra ese colectivo.
En principio, el Partido Comunista de Venezuela (PCV) fue aliado del fallecido presidente Hugo Chávez, pero cuando Maduro llegó al poder, se distanció de su política y, en particular, de la flexibilización de los controles en materia económica, en aras de darle un respiro a las quebradas finanzas del país.
En un comunicado difundido por las redes sociales, los comunistas mexicanos expresaron: “Las medidas reaccionarias y anticomunistas del Gobierno de Maduro son una agresión a los comunistas y trabajadores del mundo”.
Los manifestantes, así mismo, expresaron que permanecerán en la sede diplomática “por tiempo indefinido como parte de la acción de repudio contra la medida anticomunista del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)”.
Así mismo, subrayaron que la intervención se da justo cuando el PCV reafirmó su oposición al presidente venezolano.
Los militantes mexicanos irrumpieron en la embajada con pancartas en que se leían mensajes como: “Solidaridad con el Partido Comunista de Venezuela”.
Otras consignas pedían que se detuviera la ilegalización del partido por parte del gobierno.
“La embajada queda clausurada por anticomunista”, declaró Ángel Chávez, uno de los dirigentes de PCM.
La organización, de otro lado, evocó la manifestación en que se inspiraron para tomarse la embajada.
“Cuando en los años 20 los comunistas fuimos ilegalizados, los partidos comunistas clausuraron las embajadas de México. Hoy somos consecuentes con ese gesto del internacionalismo proletario. Las embajadas del anticomunismo deben ser rechazadas por los trabajadores”, explicó el partido en una publicación en línea.
¿Por qué la pugna entre Maduro y el Partido Comunista de Venezuela?
La intervención, anunciada el pasado 11 de agosto por la corte suprema, de línea oficialista, es “un mandato de intervención, de asalto, de usurpación del Partido Comunista de Venezuela (PCV)”, dijo el secretario general de la organización, Oscar Figuera, en una declaración a la prensa.
La sentencia, similar a otras emitidas en 2020 contra algunos partidos opositores, ordenó el nombramiento de una “junta directiva ad hoc” para que organice los “procesos democráticos internos que garanticen los derechos a la participación política de los asociados” al PCV.
La nueva junta del PCV fue puesta en cabeza de Henry Parra, a título de presidente, dirigente que en julio pasado presentó un recurso contra la directiva comunista alegando que excluía a las bases de la organización, según se indicó en el fallo.
Figuera asegura que ni siquiera está inscrito como militante del PCV, que más temprano, en un comunicado, tachó la medida de “fraude procesal”
“Crea un grave precedente en la historia política y jurídica del país, sino que deja al descubierto el carácter autoritario, antidemocrático y reaccionario del gobierno”, señaló el texto.
“Neoliberal”
Figuera tacha de “neoliberal” a Maduro, que liberó precios y permitió el uso del dólar como moneda de facto, después de años de que fuera considerado un crimen.
Maduro, por su parte, se ha referido a una “izquierda cobarde, derrotada, fracasada” y ha arremetido contra dirigentes “trasnochados” y “desleales”, entre los que se incluyen exministros y excolaboradores, que rompieron filas principalmente por esta estrategia económica.
“Intentan acallar las voces que se enfrentan a la política neoliberal”, insistió Figuera. “Intentan crear una falsa polarización para impedir que surja una opción verdadera desde el campo popular, desde el campo de los trabajadores”.
Las diferencias también han tenido que ver con la “cúpula” que dirige el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que fundó Chávez en 2008 con el objetivo de congregar en una sola organización política a todas las toldas que apoyaban su gobierno.
El PCV se mantuvo autónomo, aunque igual del lado del chavismo.
“Hay una diferencia ideológica importante”, explicó a la AFP el politólogo Nicmer Evans. “Un partido socialista como el PSUV puede tener una visión no privilegiada hacia la clase trabajadora, como sí lo tiene el Partido Comunista, que la pone primero”.
“Estorbo electoral”
El consultor político Pablo Andrés Quintero estimó que la intervención responde a una “estrategia del gobierno” por “razones político electorales”.
Maduro busca un tercer mandato de seis años en las presidenciales de 2024, aunque el mismo mandatario ha insinuado la posibilidad de adelantarlas para este año.
El PCV, sostuvo Quintero, representa “un problema a mediano plazo en las elecciones”. “Es un partido que ha estado muy cerca del gobierno, conoce todos sus movimientos, su capacidad de respuesta, conoce cada figura política a la perfección”.
“Es un partido con experiencia y lo que está buscando el gobierno es simplemente eliminar esos estorbos electorales”.
Con información de AFP.