Ucrania ha aumentado los ataques con aviones no tripulados en territorio ruso en las últimas semanas, en paralelo con una lenta y difícil contraofensiva en el este y el sur de Ucrania, ocupados por el Ejército ruso. Después del ataque nocturno con drones, el Ministerio de Defensa ruso denunció un acto “terrorista”, a pesar de que Rusia lanza sus propios drones a diario contra ciudades ucranianas.
En Moscú, según el ministerio ruso, un dron fue neutralizado por un sistema de interferencia y se estrelló, sin causar víctimas, en el distrito de negocios de la ciudad, como ya ocurrió con otro dron el fin de semana.
“Uno repercutió en la misma torre” que resultó dañada durante el fin de semana, dijo el alcalde Serguéi Sobianin en Telegram. “La fachada al nivel del piso 21 resultó dañada, las ventanas se rompieron en un área de 150 m2″, añadió.
“Después del primer ataque, todo el mundo se decía: ‘no golpearán el mismo lugar dos veces’, pero esta mañana nos despertamos en estado de shock (...) No estoy segura de si me voy a mudar, pero creo que sí”, dijo una residente del barrio, Anastasia Berseneva, de 26 años, que se despertó con la explosión.
Según el ministerio ruso, otros dos drones fueron destruidos por la defensa aérea en la región de Moscú, en concreto en los distritos de Odintsóvo y Naro-Fominsk. Al igual que el domingo, el aeropuerto internacional Vnúkovo, de Moscú, fue cerrado brevemente, según la agencia de noticias estatal TASS.
Por otra parte el Ejército ruso afirmó haber repelido un ataque de tres drones navales contra sus patrulleras en el Mar Negro durante la noche. La zona vive tensiones desde que Rusia se retiró del acuerdo de exportación de cereales en julio. Según el ministerio ruso, los tres aparatos fueron destruidos.
Lenta contraofensiva
Los ataques a la capital rusa y sus alrededores se han multiplicado desde principios de año y en mayo, uno de ellos incluso alcanzó el Kremlin. También hubo varios ataques contra la península de Crimea, anexionada en 2014 por Rusia, que afectaron a puentes clave para el suministro de las fuerzas rusas que luchan contra Ucrania. El presidente ucraniano Volodímir Zelenski dijo el domingo que “la guerra está volviendo al territorio de Rusia”.
En la región rusa de Bélgorod, vecina de Ucrania, el gobernador dijo que la zona vuelve a estar bajo fuego de artillería. Los ataques en Bélgorod forman parte de la contraofensiva lanzada en junio por Ucrania, armada con equipos occidentales, para recuperar los territorios ocupados por Rusia.
Pero los avances hasta ahora han sido muy lentos porque el Ejército ucraniano se enfrenta a líneas defensivas rusas, formadas por trincheras, trampas antitanque y campos de minas. El presidente ruso, Vladimir Putin, afirma día tras día que la ofensiva ucraniana es un fracaso. Putin se enfrentó recientemente a una rebelión armada sin precedentes de las tropas del grupo paramilitar Wagner contra la jerarquía militar.
El Ejército ruso está tratando de mostrar su solidez y el martes transmitió imágenes del jefe del Estado mayor y comandante de operaciones en Ucrania, Valery Gerasimov, inspeccionando un puesto de mando en la parte ocupada de la región ucraniana de Zaporiyia.
El lunes, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú anunció que Rusia sigue intensificando sus bombardeos y la madrugada del lunes, Krivói Rog, la ciudad natal del presidente ucraniano, en el centro del país, fue blanco de dos misiles rusos.
Uno de ellos destruyó parte de un edificio y mató a seis personas, incluida una niña de 10 años y su madre, además de dejar 75 heridos. Este marte Járkov, la segunda ciudad de Ucrania, también fue atacada por drones rusos.
Con información de AFP*.