El arte de coleccionar monedas y otros objetos relacionados, tales como billetes, títulos valor y medallas, es con el fin de estudiar los medios de pago, valores y así dar testimonio de la historia económica, comercial y política del ser humano; se le conoce como numismática y, según quienes lo practican, permite conocer a fondo la civilización y cultura que abarca cada una de estas piezas que se guardan con recelo.
El mundo de las monedas coleccionables es tan fascinante como desconocido para muchas personas, que en ocasiones pueden hallar un tesoro escondido sin saberlo.
Así les pasó a John y Elizabeth Reyes cuando se encontraban limpiando la casa de su padre en Los Ángeles, California.
En la labor se dan cuenta que había unas bolsas arrumadas en el sótano, donde suelen guardar objetos viejos y, al abrirlas, hallaron más de un millón en centavos de cobre, así informó el medio local de Los Ángeles, KTLA.
Según el medio, los Reyes creen que la vivienda, que era propiedad de su padre, Fritz, funcionó durante una época como una casa de huéspedes. Fritz y su hermano, ambos inmigrantes de Alemania, vivieron en la casa por varias décadas hasta que el papá de Elizabeth falleció, mientras su hermano se trasladó a otro lugar.
Desde entonces, su familia ha estado trabajando para renovar y remodelar la vivienda, pero al ser tan grande no ha resultado una tarea fácil. John Reyes detalló que los dos hermanos “lo guardaban todo” y la casa estaba llena de objetos viejos y hasta dañados.
¿Cómo encontraron las monedas?
Durante la renovación, iban despejando ciertas partes y, al cavar en el rincón más alejado del sótano, descubrieron que estaban esparcidas algunas monedas de cobre en el suelo, pues se encontraban envueltas en rollos de papel.
Luego de una verificación revelaron que eran docenas de valijas bancarias y bolsas llenas de monedas; por su estado, se notaba que habían estado guardadas por varias décadas.
Cabe aclarar que, en Estados Unidos, las monedas se acuñaban originalmente con cobre puro hasta que en 1943 la Casa de la Moneda empezó a elaborarlas con acero revestido de zinc, puesto que la Segunda Guerra Mundial generó una gran demanda de cobre para otras necesidades. Para 1982, las monedas de poco valor se acuñaban principalmente con zinc.
John dijo al medio que lo más probable era que su padre comenzó a coleccionar las monedas tan pronto se enteró que el país había sustituido el cobre por el zinc.
Una vez comprobado que las monedas que encontraron estaban hechas de cobre, la familia calculó que había aproximadamente más de un millón de dólares. Sin embargo, el banco local les comunicó que no las podían cobrar y les aconsejó vender las monedas por partes y, además, buscar entre ellas alguna que tuviera alguna rareza.
John las puso en venta a través de redes sociales para encontrar posibles compradores desde el portal OfferUp por 25.000 dólares. Es importante recalcar que el hallazgo tiene un valor nominal de al menos 10.000 dólares.
El precio que le pusieron los Reyes es el doble del valor nominal del dinero, aunque muy por debajo del millón calculado por ellos.