Una multitud de migrantes latinoamericanos intentaron cruzar este lunes por tierra desde la mexicana Matamoros (noreste) hasta Estados Unidos, luego de que una intensa tormenta destruyera el improvisado campamento que montaron, justo en la frontera.
Este es el primer incidente de esta magnitud que se produce en un cruce fronterizo mexicano desde que Estados Unidos puso fin, el 11 de mayo, al Título 42, medida activada en 2020 por la emergencia de covid-19 y mediante la cual, Estados Unidos expulsaba inmediatamente a México a personas sin documentos.
Darly Mercado, una venezolana que viaja con su familia, relató a periodistas que decidieron cruzar, luego de que la improvisada tienda en la que acampaban quedó destruida, al tiempo que aprovecharon la confusión causada por la inesperada tormenta registrada durante la tarde.
Lograron llegar al final del puente, pero se toparon con agentes estadounidenses, equipados con escudos. “Les dijo mi esposo que si no tenían esposa, si no tenían hijos, pero los guardias dijeron que no y nos empujaban”, relató al regresar a territorio mexicano.
Según medios locales, fueron cientos de migrantes, sobre todo venezolanos, hondureños y salvadoreños, los que intentaron llegar a Estados Unidos. En videos difundidos en redes sociales se observa a los migrantes avanzando en grupos, entre empujones y gritos, por un angosto puente cubierto que conduce a la vecina Brownsville, en Texas.
Algunos llevaban niños pequeños y adolescentes, a los que buscaban proteger con su cuerpo. Las autoridades mexicanas trataron de cerrarles el paso, pero se vieron superadas y procedieron a cerrar los cruces internacionales.
El pasado viernes, en Nuevo Laredo, también vecina de Texas, un puente internacional tuvo que ser cerrado luego de que un grupo de rusos intentó cruzar por la fuerza, aparentemente molestos porque no conseguían procesar sus citas, para las solicitudes de asilo, a través de las aplicaciones creadas por Estados Unidos.
Los migrantes buscan diferentes maneras para poder cruzar la frontera, fue así como habrían encontrado una laguna que les ayuda a ingresar a los Estados Unidos y entregarse a las autoridades, sin cita, para solicitar el asilo. Algo que no está permitido, pero que muchos ven como opción al no tener la cita que deben solicitar por una aplicación.
Esta aplicación móvil fue proclamada, por el gobierno de Joe Biden, como la única forma permitida y legal para que los solicitantes de asilo puedan ingresar a los Estados Unidos. Bajo esta plataforma están ingresando al menos 1.000 personas todos los días, para solicitar el asilo desde la frontera con México.
Algunos migrantes han aprovechado “la letra pequeña”, que afirma que si las barreras del idioma, el analfabetismo o algunos otros problemas técnicos impiden que las personas cumplan su solicitud a través de la aplicación, podrán presentarse en alguno de los puertos de Estados Unidos y solicitar la entrevista. Lo que ha servido como excusa para muchos migrantes al momento de entregarse a las autoridades sin cita previa de asilo.
Tras el fin del Título 42, los migrantes que crucen ilegalmente pueden ser deportados a sus países y sancionados. La llegada de extranjeros sin papeles, en su mayoría venezolanos, que había repuntado previo a mayo, ha disminuido en las últimas semanas, según autoridades de ambos países.
Sin embargo, se estima que miles de migrantes se encuentran varados en localidades fronterizas de México, con la esperanza de poder conseguir una cita para cruzar a Estados Unidos a pedir refugio.
*Con información de AFP.