El Gobierno de Donald Trump sigue con los ojos puestos sobre Venezuela. Si bien buena parte de la oposición demócrata ha señalado que el interés de la Casa Blanca suele usarse como cortina de humo para tapar escándalos internos de su administración, este mes Estados Unidos ha demostrado que también puede pasar a la acción. La movida más reciente tiene que ver con la gira de Mike Pompeo, secretario de Estado, por cuatro países de América Latina. Para el domingo, Pompeo habrá pasado por Chile, Paraguay, Perú y Colombia. Su objetivo es solo uno: reforzar la presión sobre el régimen de Nicolás Maduro y buscar o promover estrategias en la región para hacer llegar las miles de donaciones que están almacenadas en bodegas en Cúcuta. Además, la Casa Blanca también ha apoyado el fortalecimiento de la figura internacional de Juan Guaidó, autoproclamado presidente de Venezuela que ya cuenta con el reconocimiento de 54 países. Le sugerimos: Senador de EE. UU pide intervención militar en Venezuela La gira comenzó el viernes, cuando Pompeo llegó a Chile. Después de reunirse con el presidente Sebastián Piñera y con su canciller Roberto Ampuero, afirmó en una declaración a la prensa que “Estados Unidos y sus aliados van a seguir apoyando a los venezolanos por su valiente defensa de la democracia”. De igual manera, la prensa chilena destacó que Pompeo y Piñera también discutieron asuntos comerciales. Hábilmente, el jefe de la diplomacia estadounidense puso el tema sobre la mesa por una sencilla razón: China es el mayor socio comercial del país austral, pues hoy en día el 30 por ciento de sus exportaciones tienen como destino final el gigante asiático. Gracias a la visita, es probable que haya acuerdos sobre una futura inversión de Estados Unidos en Chile, pues tal como el canciller Ampuero comentó a la salida de la reunión, “sigue siendo el mayor inversionista en el país y socio del desarrollo científico, tecnológico y de innovación”. Sin embargo, hasta el momento la visita de Pompeo deja muchas preguntas abiertas en torno al tema de Venezuela. Si bien el secretario de Estado ha reiterado que la presión hacia el vecino país debe aumentar, no se han determinado otras medidas diferentes a las actuales. Le puede interesar: ¿Trump va a encerrar a los migrantes en ciudades de demócratas? Washington ya le impuso medidas punitivas a 80 funcionarios y exfuncionarios de Venezuela, al igual que a cerca de 40 entidades del país. De igual manera, a partir del 28 de abril habrá sanciones sobre Pdvsa, lo cual seguirá asfixiando la economía venezolana que depende, en gran medida, de los apoyos de otros países como Rusia y China. Pero, a diferencia de esas medidas, ¿Pompeo ha planteado acciones concretas en los días que lleva en Suramérica? Hasta el momento sus anuncios y declaraciones se han enfocado en asegurar que, al igual que Estados Unidos, los cuatro países latinoamericanos siguen firmes en su posición de no reconocer la legitimidad de Maduro y de apoyar unas nuevas elecciones democráticas en Venezuela para que finalmente se dé una transición. Eso explicaría por qué escogió a esos cuatro países. Todos son parte del Grupo de Lima (que se reunirá el próximo lunes) y todos han declarado ilegítimo el mandato de Nicolás Maduro. En resumidas cuentas, son países que, sin asomo de dudas, apoyarán casi todos los medios de presión que imponga Estados Unidos. Salvo uno: la intervención armada. Así lo dejó claro el presidente Piñera este jueves. Afirmó que su Gobierno siempre privilegiará “una vía democrática y pacífica, descartando una intervención de tipo militar”. Dicha posición es la que ha mantenido el Grupo de Lima en los meses pasados y parece que no va a cambiar, por más que funcionarios estadounidenses pisen territorio latinoamericano y deslicen nuevamente la idea. Donald Trump ya lo había hecho a finales de enero pasado, cuando dijo que, con respecto a la solución para la crisis venezolana, “todas las opciones están sobre la mesa”. Desde entonces, ha habido una serie de especulaciones e insinuaciones que no descartan que, en algún momento, Trump decida llevar a acciones su idea. Lea también: Maduro acuerda con la Cruz Roja el envío de ayuda humanitaria para Venezuela Pero la visita de Pompeo a América Latina demuestra que no hay apoyo regional para llevar las palabras a la acción. Tal como probablemente pase en Cúcuta, pues se espera que el Gobierno de Iván Duque enfoque la atención de la visita en las donaciones que no han logrado pisar suelo venezolano y en estrategias para aliviar la crisis migratoria. Independientemente de las decisiones que se tomen, el hecho de que Pompeo haya estado en la región durante cuatro días demuestra el interés de Estados Unidos por el tema venezolano y la disposición de hacerlo uno de sus temas centrales en cuanto a política exterior. El mensaje fue recibido fuerte y claro por los cuatro países: Estados Unidos cuenta con ellos y su presión contra Maduro. ¿Colombia, Chile, Perú y Paraguay, al igual que los otros integrantes del Grupo de Lima, serán aliados fieles y cercanos cuando llegue el momento de tomar acciones concretas?