Amplias zonas del Valle de Okanagan, incluidas las ciudades de Kelowna y West Kelowna, en la Columbia Británica, están amenazadas por las llamas. Alrededor de 27.000 personas en esa provincia, donde arden 385 incendios -de los casi 1.040 en todo el país-, permanecen bajo órdenes de evacuación, una cifra inferior a la del domingo.
El ministro provincial de Emergencias, Bowinn Ma, informó que la situación “sigue siendo extremadamente grave”, pero los responsables de combatir el fuego dijeron en rueda de prensa que el clima estaba ahora de su parte.
“Me complace decir que ayer fue otro buen día y seguimos viendo progresos en estos incendios forestales”, dijo Loyal Wooldridge, concejal de Kelowna, al señalar que no se han perdido nuevas estructuras en las últimas 24 horas.
“No esperamos que aumente rápidamente el comportamiento ni la propagación de ninguno de estos incendios”, añadió Jerrad Schroeder, oficial superior de bomberos. Se esperaba que las temperaturas en la principal región productora de vino en torno a Kelowna se mantuvieran frescas el lunes, llegando a los 20 grados Celsius por la tarde.
También se prevén lluvias a partir del martes. Cientos de refuerzos procedentes de México y Sudáfrica llegarán esta semana para ayudar a contener las llamas. “Estos últimos días han sido los más difíciles de la historia de la lucha contra los incendios forestales en Columbia Británica”, declaró el ministro de Bosques, Bruce Ralston.
“Con temperaturas más frescas, algo de lluvia y menos viento en el pronóstico, mantenemos la esperanza”, dijo. Sin embargo, las autoridades dijeron que era demasiado pronto para empezar a planificar el regreso de los evacuados, ya que el espeso humo seguía asfixiando la zona. La región también está llena de escombros, como árboles arrancados del suelo por los fuertes vientos y cables eléctricos caídos. Varias casas han quedado reducidas a escombros y las señales de tráfico se han derretido por el calor.
Horrible respirar
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, hablando en un retiro del gabinete en Charlottetown para discutir la crisis nacional de incendios, dijo que los canadienses “están viendo con horror las imágenes de devastación apocalíptica”.
En el verano boreal han ardido en Canadá más de 14 millones de hectáreas, aproximadamente el tamaño de Grecia y casi el doble de la superficie del último récord, de 7,3 millones de hectáreas, y han muerto cuatro personas. Los científicos afirman que el calentamiento global provocado por el hombre está exacerbando los riesgos naturales, haciéndolos más frecuentes y mortales.
Kelowna, una ciudad de 150.000 habitantes, se ha convertido en el último núcleo de población afectado. “Ha sido horrible pasar la semana con este aire. Es horrible respirar”, dijo el domingo a la AFP Mary Hicks, una trabajadora informática de 29 años que había estado visitando la región desde Montreal. Su vuelo de regreso está cancelado. El aeropuerto espera reanudar los despegues esta semana, dependiendo de la visibilidad.
Al otro lado del lago Okanagan, al menos 50 casas de las afueras de West Kelowna han quedado destruidas. Se espera que el recuento aumente a medida que los equipos de evaluación de daños profundicen “en las zonas donde el fuego ardió con más intensidad”, dijo el jefe local de bomberos, Jason Brolund.
Bogi Bagosi, un estudiante de 16 años, dijo a AFP: “La casa del novio de mi hermana se quemó. Vive en la parte oeste de Kelowna. Hacía tanto viento que el fuego se propagaba y no podían controlarlo”.
La confusión y el terror por los incendios y las evacuaciones se han visto agravados por el bloqueo de Meta a las noticias canadienses en Facebook e Instagram, en respuesta a una nueva ley que obliga a los gigantes tecnológicos a pagar a los editores por los artículos.
“Es inconcebible que una empresa como Facebook decida anteponer los beneficios corporativos a la seguridad y a mantener informados a los canadienses de cosas como los incendios forestales”, clamó Trudeau el lunes.
*Con información de AFP.