En medio de la tragedia ocurrida la semana anterior en una guardería en Tailandia, donde un exagente policial asesinó a 36 personas, entre ellas 24 niños al interior de una guardería, medios internacionales rescatan una historia milagrosa.

Se trata de una sobreviviente, que logró pasar desapercibida de los ojos del atacante, gracias a que, al momento de la masacre, se encontraba dormida y envuelta en una manta, lo que hoy le permite seguir con vida.

La protagonista de la historia es una niña de tres años, identificada como Nong Am, quien logró vivir al trastornado atacante, un hombre de 34 años; la favoreció no haberse despertado, haber permanecido por su estado totalmente quieta y callada durante lo ocurrido,

En declaraciones recogidas por medios internacionales, familiares de la menor advirtieron que lo sucedido fue “un milagro de Dios”, ante el escenario totalmente adverso que se vivió en esa guardería. Lamentaron también el dolor que sufren decenas de familias, incluida la del responsable, quien, además de matar a su hijo y su esposa, se suicidó en el lugar.

Expolicía protagonizó masacre en Tailandia. Una menor de 3 años, la única sobreviviente. | Foto: Foto AP/Wason Wanichakorn

Los hechos

La lamentable masacre ocurrida en la ciudad de Nongbua Lamph se suscitó cuando un expolicía identificado como Panya Kamrap, quien había sido retirado de la institución a comienzos de 2022 por un cargo de drogas, perdió la cabeza y decidió arremeter violentamente contra un grupo de niños y sus cuidadores en una guardería, en la que además se encontraba su hijo.

Según recogen medios internacionales, como el New York Post, dentro del listado de víctimas se destaca también la historia de una mujer embarazada que se encontraba con su hijo en la guardería y que, pese a encontrarse a pocos días de dar a luz, no logró la piedad del desalmado asesino. El hombre, no solo acabó con la vida de la madre, su hijo y el bebé en camino, también con las ilusiones del padre viudo, un hombre de 28 años, identificado como Seksan Sriraj, quien ahora llora su soledad, pues el asesino le quitó en pleno su familia.

La mujer asesinada fue identificada como Supaporn Pramongmuk, quien además se desempeñaba como maestra en el lugar.

Sobre el responsable de los hechos, Panya, quien se suicidó en el lugar, se ha dicho que estaba ad portas de tener que acudir ante los tribunales para comparecer, ese viernes, por un escándalo de drogas, y que previo a la masacre había sostenido una fuerte discusión con su esposa, precisan las autoridades en testimonios recogidos por medios internacionales.

Los investigadores, frente al caso, han afirmado que, al parecer, el hombre se encontraba preocupado por los efectos que sobre su familia tuviera el caso por el que era juzgado, incluso temiendo que pudiera ser ‘dejado’ por su pareja.

De igual modo, ha trascendido que el asesino tenía elevadas cuentas por pagar, correspondientes a una deuda personal de más de 3.700 dólares y un alquiler de carro por cerca de 8.000 dólares.

Pese a que los encargados de la guardería habían tomado ‘precauciones’ al ver el hombre armado, cerrando las instalaciones, al parecer el hombre se abrió paso a patadas para finalmente consumar el lamentable crimen.