En medio de la tragedia derivada del sismo que sacudió el sur de Turquía a comienzos del mes de febrero, que generó también graves afectaciones en Siria, y dejó un saldo de más de 40.000 personas muertas, siguen surgiendo algunas historias de esperanza.
La más reciente ocurrió en medio de las labores de remoción de escombros cuando, transcurridos cerca de 21 días de la ocurrencia del terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter, personal de los cuerpos de emergencia lograron el rescate de un caballo que permanecía bajo las ruinas en la ciudad de Adiyaman.
Testigos del emocionante rescate grabaron un video que fue difundido a través de las redes sociales, convirtiéndose en un testimonio tangible de la acción de los cuerpos de rescate que, pese al paso de las semanas, continúa poniendo sus esfuerzos en el rescate de víctimas.
Todo ello, en medio de una serie de réplicas que han reducido la posibilidad de encontrar sobrevivientes debido al desplome de algunas de las estructuras que aún quedaban en pie.
Según detallan medios locales, el rescate estuvo a cargo de funcionarios de la Dirección Provincial de Agricultura y Silvicultura, quienes remueven cada día montañas de escombros y que evidenciaron la presencia del animal, el cual, pese a llevar varias semanas atrapado, logró salir galopando del lugar.
El video muestra cómo uno de los rescatistas logra halar una de las riendas del equino, el cual responde de forma satisfactoria, y además de conseguir ponerse en pie, y pese a la prolongada quietud, también logra galopar e incluso saltar para conseguir salir con éxito de la excavación realizada por los cuerpos de rescate para retirarlo del hueco en el que permanecía enterrado tras el sismo.
El animal fue sometido a posteriores exámenes y quedó a disposición de las autoridades ambientales que trabajarán en su recuperación.
A través de las redes sociales, el hecho ha despertado especial sorpresa, más aún, luego de que el pasado lunes se presentó un nuevo sismo que aumentó el número de víctimas mortales en medio de esta devastadora tragedia.
Tras la difusión del video en redes sociales, los rescatistas han sido objeto de una nueva serie de elogios por su labor, y la forma en la que han ofrendado o puesto en riesgo sus vidas con el propósito de lograr salvar la de otros que aún permanecen bajo los escombros, o por lo menos recuperar los cadáveres de quienes perecieron como consecuencia de los sismos.
De acuerdo con las autoridades geológicas de Turquía, tras el terremoto del 6 de febrero, en la zona ya se han registrado cerca de 10.000 réplicas que siguen agravando las condiciones de los pocos edificios que quedan en pie.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró que este podría ser el peor desastre vivido por Turquía en lo corrido de las últimas décadas, comparándolo con una tragedia reportada en 1939 en la localidad de Erzincan.
Según la información de las autoridades locales, este temblor sacudió a cerca de 10 provincias en el sur de Turquía, derivando en serias afectaciones en algunas de ellas, así como en el norte de Siria, país en donde la guerra agrava la crisis derivada del sismo en tanto limita la entrada de ayuda humanitaria para los afectados.
En Turquía, se mantiene en vigor la medida de estado de emergencia, el cual el gobierno extendió por espacio de tres meses, conscientes de la gravedad de la tragedia y los retos que reviste la recuperación.
Según las autoridades, la cifra mortal seguirá creciendo en Turquía y Siria conforme avanzan las labores de remoción de escombros y recuperación de cadáveres , en contextos en los que la esperanza de encontrar personas con vida es cada vez más remota.