Pudieron salvar muy poco cuando el agua entró a sus casas. Fiona golpeó con dureza a la gente de El Seibo, en República Dominicana, país en el que este huracán dejó más de 10.000 desplazados, 400.000 personas sin electricidad y 1,2 millones sin agua potable.
Fuertes inundaciones ocurrieron en esta zona agrícola del este de Dominicana como consecuencia de los torrenciales aguaceros caídos al paso de Fiona, que ahora impacta en las islas Turcas y Caicos con vientos máximos de 185 km/h, habiendo escalado a un huracán de categoría 3.
“Fue fuerte, terrible (...). Cuando iba a sacar los colchones (el agua) me arropó y no pude sacar nada (...). Se dañó casi todo”, relató a la AFP Freddy Morales, de 40 años, quien debió refugiarse en casa de su suegra en una zona montañosa cercana tras la crecida del río El Seibo por las precipitaciones registradas entre el domingo y el lunes.
“Prácticamente yo no dormí esa noche”, recuerda Freddy, enfrentado ahora a la incertidumbre por los destrozos en su vivienda.
El Seibo, en principio, estuvo en alerta roja junto a las provincias de La Altagracia –a la que pertenece la turística Punta Cana– y Hato Mayor, aunque las autoridades ya rebajaron la calificación de riesgo a alerta amarilla. Las calles están abarrotadas de muebles, colchones y demás enseres de las familias afectadas.
Muchos, sin trabajos estables, solicitan ayuda estatal para recuperar los bienes perdidos tras el impacto del huracán, que dejó dos muertes en este país caribeño, según el Centro de Operaciones de Emergencias (COE).
“Se metió el río, dañó todo. Ahí tengo la ropa tendida, estoy lavando las sillas... las que no se dañaron”, cuenta con resignación Yolanda Rosario Zorrilla, de 45 años, mientras intenta reordenar su hogar.
Había abandonado su casa cuando el agua empezó a pasar por resquicios en las paredes, puertas y ventanas, con un nivel que le llegaba a la cintura.
Yolanda tiene un único consuelo: “Gracias a Dios que no fue como María”.
El huracán María, hace cinco años, causó devastación en esta misma época en Puerto Rico, Dominica e Islas Vírgenes y tuvo un grave impacto en algunas zonas de República Dominicana como El Seibo. La casa de Yolanda, entonces, fue completamente cubierta por las aguas.
“Lo más importante es la vida”
El presidente dominicano, Luis Abinader, llegó este martes a El Seibo con un equipo de expertos para evaluar daños. Mientras el mandatario recorría el barrio Ginandiana, las familias se acercaban solicitando ayuda gubernamental.
“Los vamos a ayudar”, respondía Abinader durante el recorrido.
Varias familias se refugiaron en casas de vecinos y ahora evalúan qué hacer. Agradecen estar vivos.
“Lo más importante es la vida y que todo se recupera”, comenta Fran, una de las habitantes de la provincia que ya ha visto pasar a tres huracanes. “Es una experiencia, ¿verdad?, que no quisiéramos que se repitiera”, agrega.
Las lluvias en República Dominicana continuarán en las próximas horas producto de una tormenta tropical que se formó a la cola de Fiona, según el último reporte del COE que, sin embargo, no prevé grandes daños con el nuevo fenómeno.
En su trayectoria por el Caribe, el huracán Fiona ha provocado cinco muertes: una en el territorio francés de ultramar de Guadalupe, dos en Puerto Rico y las dos registradas en Dominica.
Actualmente se está moviendo hacia el norte y se espera que se acerque a Bermuda la tarde del jueves, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC).
*Con información de la AFP.