Richard Aldridge es el nombre de un militar británico, adscrito a la Real Fuerza Aérea del Reino Unido, quien se ha convertido en el centro de la polémica en su país, luego de que la justicia confirmara su llamado ante la corte marcial para responder por una serie de conductas indebidas adelantadas por el uniformado en un bar durante días recientes; acciones que comprenden un escenario de acoso sexual a una de sus compañeras y un caso de exhibicionismo al haberse sacado los genitales y ponerlos sobre la barra del mostrador del lugar para molestar a las camareras del lugar.
El hecho, recogido por medios locales en Reino Unido, incluido el DailyMail, uno de los más reconocidos de Europa, ha despertado especial interés en Reino Unido debido a la indignación misma que despiertan los desatines comportamentales de un agente de la ley que, producto de los tragos, terminó por realizar actos realmente deplorables y bochornosos.
El caso también despertó especial controversia, pese a que el uniformado fue puesto a órdenes de una corte marcial para ser juzgado, su víctima, otra agente de la RAF, ha sentenciado que lamentablemente, así sea castigado este uniformado, las conductas machistas y los abusos en contra de las uniformadas se van a seguir presentando en su contexto, advirtiendo que para su desdicha “esa cultura no va a desaparecer”.
Sobre el caso, el DailyMail ha precisado que, según lo presentado en la exposición de los hechos, la situación tachable del uniformado se presentó en un sitio nocturno ubicado cerca a una base aérea militar conocida como MoD Boscombe Down, hasta donde el teniente de vuelo Richard Aldridge, llegó para disfrutar de unos tragos, sin contar que se excedería en ello, llevándolo a protagonizar una serie de hechos deplorables.
En ese sentido, se ha precisado que el militar terminó por sacarse los genitales mientras sostenía una conversación con una de las empleadas del lugar, quien se quejaba de actitudes grotescas por parte de otros uniformados cuando se emborrachaban.
Según describió la trabajadora, el hombre decidió tomar una actitud ‘retadora’, y terminó por colocar su pene y sus testículos sobre la barra principal del bar, en medio de una actitud burlona con los trabajadores del lugar, evocando además a uno de sus compañeros, que semanas atrás, según describió la mesera, se había bajado los pantalones, y con movimiento extraños para lograr que su pene diera círculos, afirmó que ese truco se llama ‘el helicóptero’.
No obstante, en el caso de Aldridge, al evidenciar que su conducta era desacertada, optó por detener su grotesco espectáculo y, tras subirse el pantalón, se dispuso a alejarse de la barra.
Sin embargo, ese no es el único acto indebido que desarrolló el uniformado durante la noche, pues, estando evidentemente alcoholizado, permanecía en el bar con la camisa entreabierta y en medio de su borrachera terminó por acercarse a una de sus compañeras uniformadas, a quien abrazó de manera abusiva, en un hecho en el que también terminó por agarrarle fuertemente una de sus nalgas.
Según testigos de los hechos, el militar estaba tan alcoholizado que, en medio de su cadena de actuaciones indebidas, tuvo que ser llamado al orden por algunos de sus amigos, quienes prefirieron llevarlo a su habitación antes que permitir dar lugar a un nuevo hecho bochornoso.
La mujer atacada, al ser citada por el tribunal, también acusó que el hombre estaba fuera de sus cabales debido a la alta cantidad de alcohol ingerido, advirtiendo que ya estaba balbuceando cosas sin sentido al momento en que sus amigos lo retiraron del bar.
Sobre el hecho en que el uniformado agarró el trasero de su colega, esta, quien también compareció ante el tribunal, admitió que al día siguiente recibió un mensaje de texto por parte del uniformado, solicitando excusas por su actuación incoherente y desmedida.
Pese a lo anterior, al ser llamado ante la corte marcial, el uniformado afirmó que esa noche él se encontraba acompañado de su pareja, y que los actos desatinados de los que se le señala son falsos.