El pasado martes 4 de enero, el director de la Policía Nacional, el general Jorge Luis Vargas, informó que el exmilitar colombiano Mario Antonio Palacios, acusado de participar en el asesinato del presidente de Haití, fue enviado a Miami tras ser requerido por una corte de Estados Unidos para comparecer ante las autoridades de ese país.
Inicialmente, estaba previsto que Palacios sería detenido tan pronto llegara a Colombia, sin embargo, mientras hacía escala en Panamá cambió el rumbo de su destino.
“La oficina Interpol de Colombia, de la Policía Nacional, desde el sábado, estuvo en permanente contacto con la Oficina Central de Interpol de la Policía de Jamaica, recibiendo información sobre la deportación del ciudadano Mario Palacios. Nos informaron que iba a ser deportado ayer (3 de enero) vía Panamá, y estábamos listos para notificar la circular roja emitida por las autoridades judiciales de Haití por hechos sucedidos hace unos meses en ese país”, señaló el general Jorge Luis Vargas.
Sin embargo, “a la llegada a Panamá, las autoridades policiales notificaron a este ciudadano de otra circular roja por extradición hacia Estados Unidos, solicitado por autoridades judiciales de ese país. Estuvimos en contacto los tres países permanentemente, coordinando esta deportación y la pasada extradición hacia los Estados Unidos”, detalló el director de la Policía Nacional.
Luego de su llegada a Estados Unidos, Mario Antonio Palacios compareció en una primera audiencia ante la jueza federal Alicia Otazo-Reyes, quien citó dos cargos en su contra: “Conspiración para cometer un asesinato o secuestro fuera de Estados Unidos y proveer apoyo material que resultó en muerte”.
Palacios llegó al lugar esposado y vestido con jean y camiseta gris. En ese momento, aseguró no tener recursos en Estados Unidos para pagar su defensa, por lo que se asignó al abogado Alfredo Izaguirre. Posteriormente, la jueza programó para el próximo 31 de enero la audiencia en la que se hará la lectura formal de los cargos en su contra.
Por su parte, la Fiscalía del Sur de Florida pidió a la jueza que el acusado continuara detenido, considerando un “riesgo de fuga” y que representa “un peligro para la comunidad”.
Vale la pena mencionar que, de ser declarado culpable de los cargos en Estados Unidos, podría enfrentar una pena máxima de cadena perpetua.
Solicitará ser testigo protegido
A su llegada a Estados Unidos, Mario Antonio Palacios, por medio de su defensa, buscará lograr un acuerdo de colaboración con las autoridades de Estados Unidos para aportar información sobre el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moïse, registrado el 7 de julio de 2021.
Considera que en suelo estadounidense cuenta con todas las garantías judiciales para presentar su aporte a la verdad. Lo que se ha podido establecer es que el militar reseñará la manera en que fue contactado junto a otros colombianos por una multinacional. En el contrato que firmaron se señalaba que iban a brindar protección y dar asesorías en materia de seguridad a una empresa que iba a desarrollar proyectos de infraestructura en dicho país. Debido a esto, se sostiene la hipótesis de que fueron engañados y que jamás tuvieron conocimiento sobre la existencia de un plan para asesinar a Moïse. Igualmente, los contratistas le manifestaron la necesidad de prestar seguridad a dirigentes políticos, inversionistas y dignatarios que iban a visitar el país para invertir en proyectos.
Palacios fue capturado el pasado 21 de octubre en Jamaica. Sin embargo, el 31 de diciembre, las autoridades de ese país ordenaron su deportación a Colombia al considerar que no se habían presentado pruebas que lo vincularan con el caso en Haití.
La noche del asesinato, Palacios emprendió la huida antes de que llegaran las autoridades haitianas que detuvieron, entre otros, a 18 colombianos que estaban dentro de la residencia del jefe de Estado y a sus alrededores. Es de recordar que Palacios aseguró a SEMANA no haber participado en el magnicidio del presidente haitiano. “No sé quién lo mató. Lo digo de corazón por mi familia, por mis hijos. No sé quién lo mató porque cuando yo llegué a esa habitación ya estaban los comandos Yepes y el señor Romero”.
Además, indicó que “se vinieron los otros policías en contra de nosotros, con todo a masacrarnos”. Los colombianos se habían escondido en una casa del barrio. “Ellos nos masacraron. Nos masacraron ahí”, agregó. “Se nos metieron a la casa. Al señor Romero lo mataron con una granada de mano. Se la lanzaron. Le cayó a él y cayó muerto. Al señor Manuel lo hirieron también. Quedó ahí tirado. Dijo: ‘Muchachos, váyanse’”, narró.