Los países de África occidental intentan ubicar en primer plano la crisis por la cual atraviesa Níger, luego de que a finales del mes pasado se desatara un golpe de Estado. Allí, los militares se hicieron con el poder y anunciaron la formación de un nuevo gobierno.
“Priorizamos las negociaciones diplomáticas y el diálogo como base de nuestro planteamiento”, dijo el presidente de Nigeria, Bola Tinubu, en la cumbre extraordinaria de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) desarrollada en Abuya, la capital.
El bloque de 15 países se reunió este jueves 10 de agosto por segunda vez, desde que las tensiones aumentaron de nivel el 26 de julio. En un encuentro inicial, los dirigentes de dicho organismo elevaron un ultimátum a los militares para el restablecimiento del poder al mandatario, Mohamed Bazoum.
Sin embargo, ese llamado no fue tenido en cuenta por el nuevo régimen. “Lamentablemente, el ultimátum de siete días que dimos durante la primera cumbre no dio el resultado deseado”, admitió Tinubu.
¿Intentos sin ningún éxito?
“Debemos entablar conversaciones serias con todas las partes implicadas, incluidos los líderes golpistas, para convencerlos de que abandonen el poder y restituyan al presidente Bazoum”, que fue elegido democráticamente, recalcó.
Pero los militares multiplican la intención de querer consolidar su poder. El lunes nombraron a un primer ministro civil, Ali Mahaman Lamine Zein, y en esta jornada anunciaron la conformación de un nuevo Ejecutivo con 20 ministros.
Níger es el cuarto territorio de la región en sufrir un golpe de Estado desde 2020, después de Guinea, Malí y Burkina Faso. Por el momento, los protagonistas de ese levantamiento no han dado muestras de querer ceder y sentarse a negociar, elevando el temor a una intervención militar en un país de 25 millones de habitantes.
Una delegación conjunta de la Cedeao, la Unión Africana y Naciones Unidas intentó viajar el martes a Niamey, pero los militares no permitieron el ingreso por razones de “seguridad”.
El único mensaje de apertura fue el encuentro el miércoles (9 de agosto) entre el líder de los militares nigerinos, Abdourahamane Tiani, y un exemir, Sanusi Lamido Sanusi, cercano al presidente de Nigeria.
En paralelo a los esfuerzos diplomáticos, los jefes de la Cedeao se reunieron hace casi una semana en Abuya para definir un escenario ‘hipotético’ de intervención militar. Malí y Burkina Faso, antiguas colonias francesas como Níger, afirmaron que considerarán esa alternativa como “una declaración de guerra” contra ellos.
EE. UU. expresó su preocupación
Mientras la situación en la nación africana continúa como noticia internacional, Francia y Estados Unidos apoyan los esfuerzos de la Cedeao para que se ponga fin al nuevo orden gubernamental. Por ejemplo, Washington expresó su preocupación por las condiciones de detención del dirigente, retenido en la residencia presidencial.
La número dos de la diplomacia estadounidense, Victoria Nuland, viajó a comienzos de semana a Niamey para reunirse con los militares, pero no pudo ver al general Tiani ni a Bazoum.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, se sumó a las voces de rechazo por el panorama y extendió “su preocupación por la salud y la seguridad del presidente y su familia”, y pidió su “liberación inmediata e incondicional y su restitución” de funciones.
Desde finales de julio, París suspendió los acuerdos de cooperación militar con Niamey. De su parte, los militares denunciaron estos acuerdos; sin embargo, Francia lo ignoró al afirmar que no tienen legitimidad para tomar esta decisión.
Los militares nigerinos, que cerraron el espacio aéreo del país, denunciaron el miércoles que un avión del ejército galo incumplió esa disposición y señalaron a la antigua potencia colonial de haber “liberado a terroristas”.
*Con información de AFP.