Por culpa del aumento de precios, la mitad de los hogares británicos se está saltando comidas, según una encuesta realizada por la encuestadora Which. La encuesta incluyó a un total de 3.000 personas.
El aumento de los precios de los alimentos ha sido de los más notables en el dato de inflación más reciente en el Reino Unido. En la alimentación, la inflación interanual, que mide la diferencia entre lo que sucede de un año a otro fue de 10 % el mes anterior.
El 80 % de las personas encuestadas dicen tener dificultades económicas y muchos de ellos dicen estar privándose de cualquier “capricho” para consumir exclusivamente lo necesario. Una queja, también común entre los encuestados, fue sobre la dificultad de comer sano.
Precios de los alimentos por las nubes
De acuerdo con el diario británico The Guardian alimentos como la leche, la margarina y las papas fritas, que son bastante importantes en la dieta del país, son los que más han subido el precio general de la comida. Los niveles de los precios se han elevado a cifras que no se veían desde 2008, cuando el sistema financiero mundial estaba al borde del colapso, por los elevados precios de todos los insumos agrícolas desde que inició la guerra de Ucrania.
Principalmente, el costo de los fertilizantes, el trigo y los aceites vegetales, son los que más han subido en cuanto a los insumos, dado que se producen en grandes cantidades en Ucrania y Rusia.
Según otra encuesta publicada por The Guardian del Congreso de Sindicatos, TUC siete de cada diez personas en el Reino Unido respaldan el aumento del salario mínimo a £15 por hora, actualmente está en £9,50. La encuesta del TUC encontró resultados similares respecto al acceso a alimentos.
ResFrances O’Grady, Secretaria General de TUC se expresó con contundencia respecto a los resultados “Esta encuesta deja al descubierto la emergencia del costo de vida en Gran Bretaña. Las facturas de alimentos y energía se están disparando, pero los salarios reales se están desplomando. A menos que consigamos un aumento salarial en toda la economía, y nos aseguremos de que los beneficios aumenten en línea con la inflación, corremos el riesgo de acercarnos a los niveles de pobreza de la época victoriana”.
Crisis energética
La Asociación Británica de Defensa de los Consumidores hizo una advertencia el pasado miércoles, sobre la posibilidad de que millones de hogares británicos entren en una situación de pobreza energética y no puedan calentarse en el próximo este invierno, después de que el nuevo Ministro de Finanzas redujera considerablemente la ayuda que dará el gobierno británico a los hogares, congelando por mucho menos tiempo del esperado, el valor de las facturas de la energía.
El nuevo ministro Jeremy Hunt anuló buena parte de las medidas presupuestarias que se habían anunciado a finales de septiembre por parte de su predecesor, entre esas ayudas se encontraban ayudas masivas para las facturas energéticas de los hogares y para las empresas con recortes fiscales generalizados.
El ahorro para los hogares inicialmente presupuestado, implicaba que la subvención del gobierno significaba un ahorro por hogar de 1.000 libras al año, impidiendo así el riesgo de crisis energética. Hunt, sin embargo, modificó la propuesta debido a que las medidas desencadenaron una tormenta en los mercados, por tratarse de un financiamiento estatal con deuda pública en pleno aumento de la inflación.
La nueva propuesta de Hunt implicará que las ayudas energéticas solo se extiendan por seis meses, en lugar de dos años como se planteó inicialmente. Con un 10,1 % anual en septiembre, la inflación británica es la más alta del grupo de países del G7, conformado por Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Italia, Canadá y por supuesto Reino Unido. Además, es la inflación más alta del país en los últimos cuarenta años.