Los chilenos elegirán este domingo en segunda vuelta al presidente de la República, escogiendo entre dos extremos: uno de izquierda y otro de derecha.

Gabriel Boric, un profesor universitario que hasta hace poco lucía pelo largo, representa a la ultraizquierda, y José Antonio Kast, que no esconde apoyar algunas ideas de Augusto Pinochet, a la ultraderecha.

En ese sentido, el ministro del Interior de Chile, Rodrigo Delgado, estima que se presentará una alta participación en esta jornada electoral y destacó la normalidad con la que se está llevando a cabo el proceso en sus primeras horas.

Este domingo los chilenos eligen entre el candidato de izquierda Gabriel Boric y el ultraderechista José Antonio Kast, dos modelos políticos antagónicos. Boric se declara receptor de las demandas del estallido social, mientras que Kast reivindica la herencia económica de la dictadura de Augusto Pinochet y promete orden y seguridad.

En declaraciones recogidas por La Tercera, el titular de Interior resaltó que “se ve un movimiento a temprana hora” y que solo se han registrado incidentes menores en algunos locales de votación. “Hasta ahora todo normal, los locales constituidos con todas sus facultades tanto del punto de vista operativo en la seguridad”, señaló.

“Básicamente escaramuzas menores, lanzamiento de algunas piedras en la V región y en el Maule con algunos rayados, pero más allá de eso ninguna situación compleja”, explicó.

Las urnas estarán abiertas desde las 12.00 hasta las 22.00, hora peninsular española, para 15 millones de personas habilitadas en Chile para votar, de las cuales 14,9 millones residen en territorio chileno y 71.018, en el extranjero.

El Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada desplegarán un total de 22.460 efectivos para labores de fiscalización y control de orden, mientras que la Policía movilizará a unos 20.000 efectivos.

Durante la jornada, los más de 40.000 uniformados custodiarán los locales de votación y sus inmediaciones mientras que, para facilitar la votación, el Metro de Santiago será gratuito toda la jornada, al igual que el Metro de Valparaíso (en el centro), Metro de Concepción (centro sur) y los ferrocarriles entre ciudades.

En esta ocasión se trata de una elección muy polarizada entre extremos que los mismos chilenos decidieron llevar a ese nivel en primera vuelta.

La escasa diferencia en votos de los candidatos ha llevado el clima a un estado de tensión absoluto.

Los sectores de derecha temen que Boric, que apoyó las violentas protestas que terminaron llevando al país a una nueva Constitución lo conduzca ahora desde la Presidencia al caos y a la pobreza con sus ideas socialistas.

Los de izquierda también temen que Kast, que defiende muchas ideas del régimen de Pinochet, se dedique a proteger el capital y el mercado y no avance con las reformas sociales.

Lo que al final pase hoy con Chile no será indiferente para el resto de Latinoamérica y para Colombia, que también se apresta a elegir a su presidente de la República en mayo próximo.

Esta parte del continente ha vivido en permanentes tensiones políticas los últimos años por la disputa que libran sectores de izquierda y derecha por el poder.

La mayor preocupación es que los sectores de izquierda, que también se declaran demócratas, al llegar al poder acuden a todas las formas posibles, inclusive a las elecciones controladas, para permanecer en él.

*Con información de Europa Press.